domingo, 18 de septiembre de 2016

¿QUÉ FUE ANTES: EL HUEVO LAUFMAN O LA GALLINA VEGAS, O VICEVERSA? — O NADA DE LO ANTERIOR

DEREK LAUFMAN visualiza así
a
HELLBOY
Según las tareas promocionales de SOGUETTO prosiguen a buen ritmo, con la fecha de su presentación muy próxima, y esperando recuperar el habitual pulso de este blog, con los comentarios usuales, aporto esta apreciación sobre material recientemente hallado. No sólo la faceta literaria sigue cultivándose; la gráfica no puedo descuidarla. Con firmeza. Internet proporciona un vasto campo referencial que tanto ayuda a tu maduración como a eludir aquellos aspectos que podrían señalarte, con simple llaneza, de copista. Y peor aún: sin escrúpulos.

Entre esos ‘paseos’ voy y doy con un dibujante extranjero, DEREK Laufman, cuyo estilo, no voy a decir que sea único (creo que sus orígenes son nipones) me recuerda al de nuestro ENRIQUE V. Vegas vivamente, y quien en otro lugar he vertido ditirambos sobre su línea gráfica. Esos ‘cabezones’ tan adorables, que tienen algo de muñeco de felpa JIM HENSON, e ilustran una amable parodia de conocidos filmes.

Pero comparando sus dibujos, qué similares son las líneas… ¿estamos ante un caso de mimetismo, copia, casualidad? Pienso que son autores que trabajan de un modo muy similar, por completo ignorados el uno de la labor del otro, y que se han encontrado en un punto del tiempo y la Historia que permite sospechar que se están copiando. No sé hasta qué extremo, empero, la copia puede ser, en sí, un homenaje. El reconocimiento de una impotencia creativa que, para expresarse, debe aferrarse a algo ya existente.

ERINQUE V. VEGAS visualiza así a
Hellboy. ¿A que las similitudes
entrambos dibujos inducen las
sospecha vertidas en el comentario?
Veámoslo así: un tío tiene una idea. Descubre a un autor determinado. Le gusta su línea, que aplica a su inspiración. La distancia (así como el ámbito editorial donde publican —no tiene la misma pujanza internacional MARVEL COMICS que DOLMEN EDITORIAL—) ofrece la abrigadora manta de suponer que, de nada, se conocen. Independientemente concluyen sus páginas bendecidas por su característico estilo. Esto pasa con más frecuencia de lo que muchos piensan.

¡Pero está internet (repito) ofreciendo un ejemplo que permite sospechar! Y siempre hay alguien tan suspicaz y/o quisquilloso como para perder parte del domingo escribiendo una parrafada que, espera, sea seguida masivamente por sus lectores. Mantengo mi criterio de que, en nada, uno u otro se han “visto” antes. Eso: sus líneas han colisionado, por accidente, en este ahora específico… dándome algún material especulativo para actualizar el blog.