¡Hola! Esa pila de papel (casi cinco kilos) representan mi producción literaria, entre mis dos BIANCA: BEAUCHAMP y BLAZE (¿quién no estaría así inspirado?) |
Pasó el día y puedo confirmar que fue un
éxito. Ventas, importante, e interés por conocer los entresijos de un relato surtido
de personajes sinuosos,
cargados de sombras, perfiles, como en una encomiable
reseña fueron descritos, desenvolviéndose desesperadamente en un salvaje
entorno caótico. Pleno de violencia, prejuicios y perversos instintos que, para
GABRIEL T, nuestro adolescente protagonista, suponen retos que afronta procurando
mantener tanto su dignidad como la humanidad intactos. Es valioso. Marcan la
diferencia.
Fotografía bastante descriptiva, ¿eh? |
Siempre he procurado pulir los aspectos,
morales y psicológicos, de mis personajes. (Con los HERMANOS FORSON, ¡imposible!
Concebidos malvados, no se apartan un ápice de la norma.) Luego está el
trasfondo catártico de la acción. Es culpa de mi formación, muy visual, que
hace planifique mis relatos desde imágenes, no párrafos.
Ayer gocé de la oportunidad de charlar
con autores, editores, dueños de tiendas, las personas interesadas en Soguetto, intercambio de títulos de
ficción, conferencias que aportaron valiosos datos que espero manipular de
forma provechosa. En esta vida debemos aprender de nuestros errores para evitar
repetirlos… o tanto como sea posible.
Abrámosla en abanico; veamos que hay más letras debajo |
De estas conversaciones salieron también
conclusiones. Pero forman parte de la estrategia (editorial) inmediata. Me
reservo esa baza.
Indagaron sobre mi sistema de trabajo. En
un evento poblado de autores, cada cual revelaba su método. Y, Dios, ¡cuántos
hay! Elaborados, hasta excéntricos (para mi gusto). Bajo su luz, aprecié que la
sencillez de mi modelo quedaba hasta rústica frente a estas concepciones
alambicadas que estuvieron detallándome. (Quizás porque, pese a todo, lo que
cuento es eterno: el Bien contra el Mal, que ambos poseen paladines.)
Como hablo de una novela concreta, muestro su original |
¿Mi sistema? Se inspira en el método LESTER DENT.
Tan simple. Sentarse y luego escribir Escribir ESCRIBIR siguiendo los preliminares
(en mi caso) bosquejados en alguna parte. La imagen, de nuevo. Tan fundamental.
Empero, la charla se extendió al apartado físico, el hardware, por así decirlo.
Las nuevas tecnologías han aportado la
limpieza y herramientas de productividad del wordperfect. Sin embargo, siendo tan viejo como soy, sigo fiel al
sistema ‘analógico’ del cuaderno, el Bic
y la posterior corrección a lápiz. Lleva siglos efectuándose así. Funciona. No
obstante, advertí está creándose la cierta ‘corriente de opinión’ de que debes escribir
por computadora. Da como caché de modernidad. Destaco sus ventajas considerables,
mas me retiene ese arcaísmo del papel. De lo tangible.
El proceso de corrección a lápiz de páginas del primer capítulo, por cierto |
Por si alguien alguna vez tuviera cuernos
de afirmar que sólo, por ejemplo, me limito a poner mi nombre en la cubierta
del libro, guardo los originales de mis novelas. Esa torre de papel desmentiría
tal injurioso comentario. Porque esas páginas, escaneadas, demostrarían la
exactitud con lo que está publicado.
Más detalle del proceso |
Además, si ese hipotético cornudo embustero
quisiese alegar “correcciones” de su parte, debería mostrarlas. Se le
solicitarían, ¿no? Se le pedirían emails, notas, cosas que lo respaldasen. Y su
ausencia desmontaría la insulsa prepotencia contenida en tan peregrina mentira.
Pillado en esa patraña, ¿qué restante fiabilidad tendría su palabra? ¿En todo
tema? Mínima-nimia.
Dejo que las imágenes hablen por sí
solas. Mientras, me preparo para las siguientes firmas y conferencias planificadas
durante el beneficioso día de ayer.
Como veis, consigno todas las fechas referentes a la redacción, tanto a mano, como luego a limpio en computadora |