Un año más, ilustración al respecto |
No me refiero a la soberana sandez ‘inspirada’
por las “ínclitas” ‘inteligencias’ que parecen regir el clero patrio, que solos
se han desprestigiado. Sino a lo que viene siendo el comentario del blog para
esta ‘celebración’.
Un paganismo que el mercantilismo
norteamericano nos ha picado en vena, pasando de ser una pequeña extravagancia
moteada por nuestra geografía, a rito obligatorio. Hay negocio en el invento.
Los avispados comerciantes no pueden ignorarlo. Es ley.
Siempre enfatizo, sin embargo, el que
muchos de los que celebran Halloween luego tramitan cuanto sea para abolir la
Navidad. Suprimirla. Ahí, nada. Por lo laico del progresismo o qué sé yo. La
tradición milenaria, aquí no cuenta. Menudo sentido del respeto, manifiestan
estos sujetos.
A quienes conviene recordarles que Halloween
tiene bases religiosas. Paganas, desde el cristiano punto de vista. Católico,
más ceñido. Pero sigue habiendo culto por medio. ¿Podemos, por tanto, celebrar
Halloween, pero no Navidad? ¿No es eso una contradicción… hipócrita? Tan sacro
lo uno como lo otro, en pura esencia. ¿No interviene el laicismo aquí?
Luego, para cargarse la Navidad, aducen que
es una fiesta elaborada por ElCortinglés
y anejas. Que es mercantilismo luminoso puro y duro. Pero, veamos, esto de los
disfraces, las calabazas, los caramelos… ¿los regalan, o se abona? O sea, ¿atiende
a comercio puro y duro? A ver, señores antiNavidad: ¿esto tampoco les ofende?
Comercio uno, comercio lo otro. ¿O no?
Unos han caído por burros. Ustedes, por
hipócritas. Estamos bien, oigan.