domingo, 2 de octubre de 2016

THE PURGE — EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESÍA DISTÓPICA

Afiche. El horror enmascarado. Queda
pendiente del filme el que, algún día,
una noche de matanza no baste. Bueno,
para eso están las secuelas
Un elemento clave caracteriza esta película que no desarrolla, precisamente, una idea original, aunque su puesta en escena lo aparenta: el suspense. Una vez nos hacen el relato de esa próspera Norteamérica, empezamos a ver retazos de filmes previos que conforman el esqueleto de la producción. ROLLEBALL (la buena) es una de las influencias. ALIEN, otra. Hasta POSESIÓN INFERNAL aporta algo. Y esa olvidada cinta, CLASE DE 1984, proporciona sustancia.

The Purge relata cómo unos felices y boyantes Estados Unidos de 2022, que ha superado un brutal colapso económico y social, con violencia desatada por sus urbes, con aire burgués inmaculado de clase media de teleserie, tiene empero una noche (del 21 de Marzo) para desahogar sus tensiones agresivas. El crimen (el brutal, al menos) está despenalizado doce horas.

Se matiza sobre quién puede o no morir. Hay WASP intocables. Las armas no pueden superar cierto calibre. No hay restricciones sobre cuchillos, hachas, machetes. Esto de una sucia Sociedad de aspecto níveo remite a Rolleball, cuando todo lo tribalpunk se subordinaba al éxtasis de los torneos en la pista similar a una ruleta.

Los ejemplares SANDIN no tienen idea de lo que se les
avecina por actuar con decente humanidad
Pretenden además hacer crítica social de cierto calado en un filme bastante decente. Centran la acción en una pudiente familia tipo MELROSE PLACE, con trato impecable entre ellos, resolución pacífica de conflictos y buenas maneras (que llegas a atisbar bastante artificial; algo torcido subyace bajo esa esmerada educación, pero no alcanza —aún— la superficie), para luego censurar, por informes de radio o TV, que la Purga se ceba en las clases empobrecidas. Los poderosos cuentan con protección a la carta.

El resto del desfavorecido económicamente ancho mundo norteamericano es presa de las adineradas familias como las que protagonizan este drama futurista. Censuran que las oportunidades adquisitivas se alejan adrede de esas clases sociales para proporcionar carnaza que sacie las reprensibles bestialidades de los acomodados. En uno de los noticiarios se especula con que la Purga se promulgó de manera deliberada para sanear una Sociedad donde una masa no contributiva/enferma consume recursos que impiden a esos hacendosos VIPs gozar de un paraíso material aún más espléndido.

No es Avon quien llama a la puerta. Una desnuda
hipocresía encarnada en un estudiante de buena familia y
los peores instintos guardados en la manga
[Debo remitirme a SOGUETTO: ese planteamiento está expresado, aunque de forma más radical incluso.]

¿Podríamos llegar a eso?, propone la cinta. Sugiere se establece un extraño pacto entre el Poder (de los Nuevos Padres Fundadores) y el Dinero: os tranquilizáis un año. Pero esa noche os ensañáis con quienes tenemos que mantener por vagancia o porque… Da igual. La doctrina calvinista nos protege: sólo los ricos irán al Cielo. Tener fortuna es sigul del amor de Dios por nosotros. Éste nos parece un injusto sistema solidario. Matando a esas rémoras, además hacemos que las cuentas cuadren. ¿Qué os parece?

Pues que apoyan mantener a parte importante de la población en la miseria para que ejemplares padres y universitarios estadounidenses tengan un coto de caza privilegiado durante una noche. Y personas como los SANDIN colaboran sin considerar que, cualquier día, el listón podría subir. Transformándoles en víctimas pobres.

Transcurrido el desgarrador drama, ves a tus vecinos cual
son; no como aparentan. La vida jamás será igual
para todos
La acción transcurre en la casa, a oscuras, sitiada por enmascarados estudiantes sádicos. Sus pasillos recuerdan a los sombríos sets de la Nostromo; a los claustrofóbicos de la cabaña donde ASH (BRUCE CAMPBELL) combate al Mal. Los Sandin apoyan la Purga, anotas, por fluir “con la corriente”. Pero sus instintos la rechazan. Auxiliar a la desfavorecida (y de raza negra) víctima de los universitarios psicópatas los sitúa en la tesitura de actuar con decencia o ir con el despiadado resto.

Y sus encantadores vecinos de urbanización pudiente, que socorren sólo para escupir su vehemente ODIO y envidia sobre ellos… Lo que guardamos dentro, manifiestan, siendo totalmente insano, destructor, bajo máscaras de afable cordialidad...