martes, 4 de septiembre de 2018

EL PREMIO MINOTAURO — ¿FENECE POR CULPA DE SUS ESCÁNDALOS?

En esta edición. el escándalo ya fue más
que sonado; en años siguientes, la cosa
fue escalando hasta la desvergüenza
más flagrante

La noticia no es nueva; ocurre que sólo ahora puedo efectuar breve reseña al respecto. Este año no se ha celebrado (hubo comunicado anunciándolo) el Polémico Premio (que debiera haber sido uno de los más poderosos referentes literarios del género nacional, dada además su internacionalidad, y el respaldo editorial de la editorial que lo convocaba), cosa que, por otra parte, tampoco es merma notable.

En ediciones pasadas (anoté al menos las tres últimas), el Polémico Premio era otorgado a dedo (o por la cara, si preferís) a autores próximos (se sospechaba) a los mandamases del Polémico Premio. Importaba un bledo (o carajo, si os parece mejor) la calidad del texto vencedor, así como su trama. Lo importante era soltar los eurazo$ del montante del Polémico Premio al Tal o al Cual y ¡a vivir la vida!, que son unos días.

Además conculcaban sus propias normas con total descaro; el Polémico Premio debía presentar una lista de finalistas para luego entresacar un ganador allá por Octubre, tras cerrar la presentación de textos meses antes. Sin embargo, en estas últimas ediciones el vencedor (con ausencia de finalistas, como especificaban sus Bases) era anunciado al mes después del cierre de entrega de manuscritos. El afortunado aun posaba feliz (pen$ando en lo$ eurazo$ recibido$) junto a su mamotreto. Que no leía nadie, por otra parte.

La que quedó vencedora; escrita
y anunciada su publicación mucho
antes, alguien debió decidir que,
desde esta plataforma, le iría
algo mejor...
 
Si al Minotauro mitológico le dio matarile TESEO (fue él, ¿no?), al parecer al Minotauro Literario lo ha asesinado la larga estela de polémicas y desafecciones que, desde el ciberespacio gibsoniano ha ido recibiendo. Hincaron banderillas mil irritados autores que probaban suerte (el $uculento montante) y lectores de buena cepa que apreciaban en la elección de los ‘ganadores’ (cualquiera fuese su sexo) un TIMO-TONGO monumental, ofensa digna de hundir hasta la bola el estoque en el lomo fraudulento del piojoso Minotauro.

Repito: es lamentable que algo que podría haber dado brillo y esplendor a la literatura de fantasía o ciencia ficción patria, ganándose merecida reputación entre otros concursos mundiales de parecido estilo, haya terminado siendo un sucio novillo de trapicheos y mamelas que ha beneficiado oscuramente a unos pocos (algunos aún afirman: grandes mediocres) en desprecio de otros muchos que sí merecían el premio. Incluso el galardón de haber participado en algo honroso que enaltecía el género, hasta la literatura.

En cambio, el MANOLETE de los escándalos ha apuntillado al Minotauro Literario. A ver si resucita, en condiciones mucho más decentes y saneadas.