En esta edición. el escándalo ya fue más que sonado; en años siguientes, la cosa fue escalando hasta la desvergüenza más flagrante |
La noticia no es nueva; ocurre que sólo
ahora puedo efectuar breve reseña al respecto. Este año no se ha celebrado
(hubo comunicado
anunciándolo) el Polémico Premio (que debiera haber sido uno de los más
poderosos referentes literarios del género nacional, dada además su
internacionalidad, y el respaldo editorial de la editorial que lo convocaba),
cosa que, por otra parte, tampoco es merma notable.
En ediciones pasadas (anoté al menos las
tres últimas), el Polémico Premio era otorgado a dedo (o por la cara, si preferís)
a autores próximos (se sospechaba) a los mandamases del Polémico Premio.
Importaba un bledo (o carajo, si os parece mejor) la calidad del texto vencedor,
así como su trama. Lo importante era soltar los eurazo$ del montante del Polémico
Premio al Tal o al Cual y ¡a vivir la vida!, que son unos días.
Además conculcaban sus propias normas con
total descaro; el Polémico Premio debía presentar una lista de finalistas para
luego entresacar un ganador allá por Octubre, tras cerrar la presentación de
textos meses antes. Sin embargo, en estas últimas ediciones el vencedor (con
ausencia de finalistas, como especificaban sus Bases) era anunciado al mes
después del cierre de entrega de manuscritos. El afortunado aun posaba feliz
(pen$ando en lo$ eurazo$ recibido$) junto a su mamotreto. Que no leía nadie,
por otra parte.
La que quedó vencedora; escrita y anunciada su publicación mucho antes, alguien debió decidir que, desde esta plataforma, le iría algo mejor... |
Si al Minotauro mitológico le dio matarile
TESEO (fue él, ¿no?), al parecer al Minotauro Literario lo ha asesinado la
larga estela de polémicas y desafecciones que, desde el ciberespacio gibsoniano
ha ido recibiendo. Hincaron banderillas mil irritados autores que probaban
suerte (el $uculento montante) y lectores de buena cepa que apreciaban en la
elección de los ‘ganadores’ (cualquiera fuese su sexo) un TIMO-TONGO monumental,
ofensa digna de hundir hasta la bola el estoque en el lomo fraudulento del
piojoso Minotauro.
Repito: es lamentable que algo que podría
haber dado brillo y esplendor a la literatura de fantasía o ciencia ficción
patria, ganándose merecida reputación entre otros concursos mundiales de
parecido estilo, haya terminado siendo un sucio novillo de trapicheos y mamelas
que ha beneficiado oscuramente a unos pocos (algunos aún afirman: grandes
mediocres) en desprecio de otros muchos que sí merecían el premio. Incluso el
galardón de haber participado en algo honroso que enaltecía el género, hasta la
literatura.
En cambio, el MANOLETE de los escándalos ha
apuntillado al Minotauro Literario. A ver si resucita, en condiciones mucho más
decentes y saneadas.