sábado, 15 de septiembre de 2018

UNA HISTORIA DE LA FRONTERA, AÑO VIII — EMPIEZA EL AÑO IX


La diversidad de mi actividad se
verifica también en esta plancha de
la Bizarra BIANCA BLAZE
Si hace poco festejábamos frugalmente las quinientas mil visitas al blog, conmemorar toca hoy su noveno aniversario; como suele decirse: ha llovido mucho desde el primer post titubeante aunque enérgico que no tenía muy decidido, o seguro, su camino. Había unas firmes intenciones que, empero, formaban una masa globulosa que tendría que ir, en breve, adquiriendo su constitución.

En verdad, ha hecho más calor que lluvia durante estos años. En los que, ojearse puede, no hace falta hojearlo, se han tocado diversidad de temas dentro de una línea general de acción. La crítica, la reseña, la recomendación, no siempre con la calidad que fuese deseable (la humana falibilidad), aunque sí esperando imponer el mayor grado de interés e imparcialidad al resaltar los puntos que contienen los comentarios.

Son asuntos que me han llamado la atención, o parte de la instrucción que compone el grueso de mi actividad, nada mínima-nimia. Inmodestas lecciones a otros que deseen seguir mis pasos (en lo laboral) para que se eduquen asimismo. Sin embargo, es una pretensión excesiva. Cada cual atiende a propios criterios estimando qué le conviene para lo que pretende.

¿Vuelco por tanto mi experiencia personal en esos temas, en plan Diario? Eso evidencia. ¿Sirve para algo? Entretiene a algunos lectores, he comprobado. Más allá

(de la Cúpula del Trueno)

no creo tengan auténtico valor, o interés. Quedan en el magro margen de las curiosidades, no del atrevimiento didáctico que mi arrogancia quisiera otorgarles.

Y una otrora denostada contirbución
mía ahora sirve de epígrafe de una
página en una red social. ¡Y ni me
lo agradecen! ¿Podréis creerlo?
Un vistazo atrás verifica toda esa cantidad de escritos. También el blog gemelo cumplió años. Vuelvo a repetir que mis actividades impiden darles a ambos la actualización que merezcan. Hum. Es un poco como madurar, esto de los blogs. Empiezas con energía desbordante de niñato, pretendiendo comerte el ancho mundo pero, al octavo año, notas que las expectativas no se han cumplido en la totalidad, el listón fue colocado demasiado alto, la edad te induce a desacelerar. Aun “a apuntar” con más cuidado. Las municiones deben reservarse. O, con más propiedad: los blancos a los que te interesa acertar no son tantos, y merece currárselo. Harán un éxito más resonante.

El Año X empieza. Veremos qué sorpresas trae. Como siempre, espero sean gratas. Y agradezco vuestra lealtad, un año más.