La diversidad de mi actividad se verifica también en esta plancha de la Bizarra BIANCA BLAZE |
Si hace poco festejábamos frugalmente las
quinientas mil visitas al blog, conmemorar toca hoy su noveno aniversario; como
suele decirse: ha llovido mucho desde el primer post titubeante aunque enérgico que no tenía muy decidido, o
seguro, su camino. Había unas firmes intenciones que, empero, formaban una masa
globulosa que tendría que ir, en breve, adquiriendo su constitución.
En verdad, ha hecho más calor que lluvia
durante estos años. En los que, ojearse puede, no hace falta hojearlo, se han
tocado diversidad de temas dentro de una línea general de acción. La crítica,
la reseña, la recomendación, no siempre con la calidad que fuese deseable (la
humana falibilidad), aunque sí esperando imponer el mayor grado de interés e
imparcialidad al resaltar los puntos que contienen los comentarios.
Son asuntos que me han llamado la atención,
o parte de la instrucción que compone el grueso de mi actividad, nada
mínima-nimia. Inmodestas lecciones a otros que deseen seguir mis pasos (en lo
laboral) para que se eduquen asimismo. Sin embargo, es una pretensión excesiva.
Cada cual atiende a propios criterios estimando qué le conviene para lo que
pretende.
¿Vuelco por tanto mi experiencia personal
en esos temas, en plan Diario? Eso
evidencia. ¿Sirve para algo? Entretiene a algunos lectores, he comprobado. Más
allá
(de la Cúpula del Trueno)
no creo tengan auténtico valor, o interés.
Quedan en el magro margen de las curiosidades, no del atrevimiento didáctico que
mi arrogancia quisiera otorgarles.
Y una otrora denostada contirbución mía ahora sirve de epígrafe de una página en una red social. ¡Y ni me lo agradecen! ¿Podréis creerlo? |
Un vistazo atrás verifica toda esa cantidad
de escritos. También el blog gemelo cumplió años. Vuelvo a repetir que mis
actividades impiden darles a ambos la actualización que merezcan. Hum. Es un
poco como madurar, esto de los blogs. Empiezas con energía desbordante de
niñato, pretendiendo comerte el ancho mundo pero, al octavo año, notas que las
expectativas no se han cumplido en la totalidad, el listón fue colocado demasiado
alto, la edad te induce a desacelerar. Aun “a apuntar” con más cuidado. Las
municiones deben reservarse. O, con más propiedad: los blancos a los que te
interesa acertar no son tantos, y merece currárselo. Harán un éxito más
resonante.
El Año X empieza. Veremos qué sorpresas trae.
Como siempre, espero sean gratas. Y agradezco vuestra lealtad, un año más.