jueves, 31 de octubre de 2019

TODOS LOS SANTOS 2019 — O HALLOWEEN 2019

Una tradición cara a la promoción
que se ha instaurado en estos blogs

No sé si es un efecto positivo, o no, de esa globalización que suponía un concepto de la Humanidad más amplio y fraternal; la caída de fronteras; la más abierta comunicación; el conocimiento exacto de las necesidades ajenas y la búsqueda en conjunto de soluciones a problemas tribales atávicos heredados de las cavernas. Lo cierto es que esa moda anglosajona (lo reseño por cuanto nos bombardean mediante series de TV o filmes) de Halloween se impone a la más sacra, recatada, recogida, valga la redundancia, idea de nuestros Todos los Santos. Obligada visita a las tumbas de familiares difuntos, para mirar con aire de circunstancia lápidas que, en el fondo, nada nos decían.

Era un trámite que pedía respeto por el finado y reflexión sobre nuestra estancia en esta perra vida que tantos esperan amargarnos de infinitas maneras. Para los floristas era (espero siga siéndolo) día cojonudo: hacían ventas. Había que honrar las memorias con unos escogidos ramilletes, rezar una plegaria, ponernos cariacontecidos cavilosos,  y salir del cementerio esperando el día mejorase.

Halloween no tiene nada de lo sacro que el cristianismo (el catolicismo, pienso) le ha dado. Fiesta pagana (Samain celta) de corte religioso, esto de que la gente se disfrace y salgan a pedir chucherías es como intentar desmitificar lo tenebroso de la Muerte. Una especie de tomémoslo con humor. No es para tanto. ¡Dan chocolatinas! No sé cuánto esa frivolización de la Parca es buena, pues relativiza sus peores efectos. Es como la violencia y los videojuegos. Insensibiliza a sus terribles consecuencias.

De todos modos, conviene recordar que los apóstatas que reniegan (ya mismo) de las Navidades por su carácter religioso (pretexto: su faceta comercial, explotada a fondo por El Cortinglés), empero se empuercan de Halloween, deberían recordar, ¡oh supremos laicos!, que, aun pagano, HALLOWEEN ES un acontecimiento RELIGIOSO. ¿Navidad, no, Halloween, sí? Menuda hipócrita contradicción, ¿no?

Reflexionadlo mientras buscáis caries en forma de caramelos de calaveras.