Cubierta con sus años. Era una selección interesante de historias, las así publicadas |
PHILIP JOSÉ FARMER (viejo conocido
nuestro) redacta una amena aventura
pletórica en fenómenos sobre un humano que “viaja” veinte millones de año al
futuro de una forma inesperada y, acaso, sorprendente: ‘petrificado’ debido a
un elaborado y fortuito accidente de laboratorio. Por conservar no obstante su
apariencia carnal intacta, los remotos “descendientes” felinos andantes-parlantes
de nuestras mascotas le estiman una divinidad (menor, pero dios) capaz de
derrotar a su Gran Mal: WURUTANA.
El
dios de piedra despierta desarrolla
la temática del que se ausenta de su época (RIP VAN WINKLE, BUCK
ROGERS) y despierta en un futuro donde o está desfasado, o es anacronismo
repleto de soluciones para los problemas de ese tiempo.
Farmer sigue empero aferrado a lo que
parece su gran leit motiv: el viaje. Más
el físico, que el que el Héroe emprende, su evolución, o involución, según todo
tipo de avatares suceden a su alrededor, afectándole de modo más/menos
indirecto. El protagonista de esta obra, que sospecho es primer eslabón de una
trilogía (la pereza de consultarlo en Google
me asiste), ULISES DANCING BEAR, es cuan trasunto de SIR FRANCIS RICHARD
BURTON, principal actor de la saga de EL
MUNDO DEL RÍO.
PHILIP JOSÉ FARMER con sus años también, y una media sonrisa pícara. El hombre que se metió con STAR TREK... y acabó pagándolo |
Como Burton, Ulises, el dios de piedra,
emprende con sus gatos el viaje (y no a Ítaca) para descubrir las Fuentes del
Río de este misterio cuya amenaza anubla a “su” grey. Exploran a Wurutana, un
árbol inteligente de dimensiones brodignanianas (se extiende por increíble
cantidad de terreno, pues es además criatura antiquísima), que exige la
despótica sumisión a sus usos o el exterminio de los habitantes colindantes
rebeldes. Se vale de ladinos y traicioneros hombres murciélago para promulgar
sus edictos, mas durante un tiempo Ulises sospecha que son ellos realmente
Wurutana. Simulando ser sus esclavos, replican a modo el “misterio” que
envolvía a EL MADO DE OZ. Se equivoca. Wurutana es el superviviente de un
programa ecologista de supresión de las ciudades y retorno a costumbres más
naturalistas de la raza humana… a la que ayuda a extinguir.
Wurutana y los Hombres no podían coexistir
en el mismo planeta. Y, tan pronto como puede, se afana en destruir a Ulises,
el último hombre vivo. Sus alucinante tamaño le permite contener ríos y lagos
entre sus ramas (muchas son el lecho por donde discurren), lo cual induce a evocar
al Mundo del Río. De hecho, sus conocimientos aportan a estas gentes
innovaciones, avances similares a los de EL
FABULOSO BARCO FLUVIAL.
Más luminosa portada de una obra con fuertes resonancias a la saga de EL MUNDO DEL RÍO |
Farmer pertenecía a los autores del género
que preferían animar las situaciones sobre las que escribía. Acaso por la
poderosa influencia del pulp que leyó
según crecía. Como la generación LUCAS-SPIELBERG-KING, que pasaba los sábados
en las matinés. Al pensar más en hacer sudar a sus héroes, que tenerlos pulcros
en un laboratorio o salón farfullando teorías o qué sé yo hard sciencie fiction (lo que quieren —imponer—, lo que “se lleva”),
ya merece más anatema que los otros escritores de ciencia ficción.
Es absurda y extendida tiranía comparable a
la del cine “de autor” contra el comercial. Los lectores de ciencia ficción
deben aparentar clase, leer sólo tostones
pretenciosos de prosistas plúmbeos porque da un relumbrón cultureta, de intelligentsia progre. Quienes leen a Farmer
son los proles de la ciencia ficción.
Su baja estofa, la tercera división del género, cuando son los que a él más contribuyen
y engrandecen. He ahí STAR WARS, por paradigma,
fruto de esa “subliteratura” despreciada. ¿Cuántos ASIMOV (considerándolo Lo
Más) han adaptado al cine para generar escuela, leyenda, historia? Sin embargo,
estamos instalados en la tontería clasista.
Esta novela contiene una puya a STAR TREK que me hizo comprender por qué
Farmer no está entre Los Sublimes. Sigue siendo el truhán de la ciencia ficción
que adoramos. Como FRITZ LEIBER. Los desinhibidos.