jueves, 1 de abril de 2021

LA ÚLTIMA TENTACIÓN DE CRISTO — ESE DESCONOCIDO: JESÚS

 

Afiche de una película polémica
que aún sigue prohibida en varios
países del mundo... por su intento
de dar una imagen realista de Jesús

No recuerdo si era en el Evangelio de SAN MARCOS o el de SAN MATEO que se nombra (sin especificar cómo fue) que JESÚS sufrió cuatro tentaciones, no las tres canónicas en el desierto habituales. MEL GIBSON, leal al dato, filma esa cuarta tentación mientras ora Jesús (convulso/aterrado por la idea del inminente martirio) en Getsemaní. MARTIN SCORSESE, basándose en el libro homónimo de NIKOS KAZANTZAKIS, traslada tal momento a la cruz, instante preñado de astuta habilidad. Digno del Diablo proceder así.

Sí rememoro que, cuando estrenaron la polémica película, fundamentalistas católicos quemaron varios cines (menudos tarados, macho) ofendidos por la idea de que tuviera contacto carnal Jesús con MARÍA MAGDALENA. Vamos, hombre, ¡hasta ahí podíamos llegar! El Nazareno no sólo exhibía necesidades impuramente humanas, ¡encima las desfogaba con una tusona hebraica! ¿Podían caer más bajo; hacerlo más rastrero; qué respeto muestran, al Redentor? ¡Ni que viviéramos en un Gobierno socialcomunista!

Cuando vi la película, lo que me asombró fue que no les exaltara el que trataran a Jesús de perturbado mental. Oía voces. Se creía cosas. Sentía era seguido y/o perseguido por entes intangibles. Masoquista, mostraba inequívoco desafío a Dios Pancreator tallando cruces (travesaños, en realidad) para que Roma clavase en ellas a los ocasionales mesías, tan ansiados por el ofendido pueblo judío que, mediante un salvador de carácter más/menos sobrenatural, obtuviese la Victoria Final sobre el invasor itálico.

El carpintero Jesús "practicando" para lo que será
su "momento cumbre". Que, por cierto, en esto
constituía "la cruz", el
patibulum

Eso era lo fuerte. Lo herético. Lo provocador. Lo preocupante. Que insinuasen que Jesús podía estar chalado y montó un espectáculo filosófico/religioso siguiendo impulsos mentales de su cerebro averiado. Y el remate: que SAULO fuese el verdadero impulsor (que lo fue) del Cristianismo, haciendo activismo (o sea: predicando) tanto como pudo por el Mundo Romano, mientras los Apóstoles, quienes habían estado viviendo día-a-día junto a Jesús, ¡haciéndose los locos en Palestina! (Estaban ocupados anulando Evangelios Apócrifos, ¡algunos escritos por los mismos hermanos de Jesús!, por no ajustarse a la sacra mamela que estaban urdiendo.)

No. Lo heavy metal hurtlan era lo otro: el trato sexual con una mujer pública de la que Jesús, como muestra la cinta, hubiese podido estar enamorado. Y desde tiempo atrás. ¡Sorprendente! ¡Ofende más el sexo que la demencia (o la guerra)! Y aquí ofrecen la primera reivindicación de la figura quizás más incomprendida de los Evangelios, junto a PONCIO PILATO: JUDAS ISCARIOTE. HARVEY KEITEL interpreta a un Judas, viejo conocido de Jesús, que vive por la espada, muy indignado por el colaboracionismo de su amigo (al que abofetea), mas a quien su prédica de bondad acaba venciendo.

¿Principales apóstoles que las jerarquías de la
Iglesia han manipulado para su conveniencia
y crearles unos estatus inmerecidos? Peculiar
la imagen que de JUDAS ISCARIOTE se
muestra en esta cinta

Jesús (un esforzado WILLEN DAFOE) manifiesta, ya cercano Domingo de Ramos, algo como que a Judas va a tocarle la peor parte: la de ser el Traidor Eterno, pese a demostrar lealtad y sincero afecto por el Maestro como ningún otro Apóstol hace. (Como PEDRO, cuya traición, ¿no cuenta? Renegó tres veces de Jesús. ¡Y lo hacen Santo Papa!)

Debió Jesús cargar el travesaño por la Calle de la Amargura hasta el Gólgota. No siendo ningún trago agradable, al menos tenía cierta duración. El baldón que soporta Judas es (según este “evangelio apócrifo” filmado) imperecedero. Perpetuo. Va listo, el Iscariote.

El Diablo elige el momento clave para tentar a Jesús: en pleno delirio agónico. Le dibuja una vida insignificante. Anodina. Con descendencia (¡más herejía!) de MARTA y MARÍA y una proyección gradual hacia la senectud, la tumba, el olvido. Para alguien condenado a vivir un destino grandioso como el de Jesús, sin duda la verdadera liberación. Empero Él también estaba convicto, hace razonar el filme. El Libertador obligado, sin remedio o indulto, a cumplir una onerosa tarea que le impediría gozar las alegrías mundanas. Acaso cuanto anhelaba en su interior Jesús, persona por completo desconocida para nosotros.