Afiche de una película polémica que aún sigue prohibida en varios países del mundo... por su intento de dar una imagen realista de Jesús |
No recuerdo si era en el Evangelio de SAN MARCOS o el de SAN
MATEO que se nombra (sin especificar cómo fue) que JESÚS sufrió cuatro
tentaciones, no las tres canónicas en el desierto habituales. MEL GIBSON, leal al dato, filma esa cuarta tentación
mientras ora Jesús (convulso/aterrado por la idea del inminente martirio) en
Getsemaní. MARTIN SCORSESE, basándose en el libro homónimo de NIKOS
KAZANTZAKIS, traslada tal momento a la cruz, instante preñado de astuta
habilidad. Digno del Diablo proceder así.
Sí rememoro que, cuando estrenaron la polémica
película, fundamentalistas católicos quemaron varios cines (menudos tarados,
macho) ofendidos por la idea de que tuviera contacto carnal Jesús con MARÍA
MAGDALENA. Vamos, hombre, ¡hasta ahí podíamos llegar! El Nazareno no sólo exhibía
necesidades impuramente humanas, ¡encima las desfogaba con una tusona hebraica!
¿Podían caer más bajo; hacerlo más rastrero; qué respeto muestran, al Redentor?
¡Ni que viviéramos en un Gobierno socialcomunista!
Cuando vi la película, lo que me asombró fue
que no les exaltara el que trataran a Jesús de perturbado mental. Oía voces. Se
creía cosas. Sentía era seguido y/o perseguido por entes intangibles. Masoquista,
mostraba inequívoco desafío a Dios Pancreator
tallando cruces (travesaños, en realidad) para que Roma clavase en ellas a los ocasionales
mesías, tan ansiados por el ofendido pueblo judío que, mediante un salvador de
carácter más/menos sobrenatural, obtuviese la Victoria Final sobre el invasor
itálico.
El carpintero Jesús "practicando" para lo que será su "momento cumbre". Que, por cierto, en esto constituía "la cruz", el patibulum |
Eso sí era lo fuerte. Lo herético. Lo provocador. Lo preocupante. Que insinuasen que Jesús podía estar chalado y montó un espectáculo filosófico/religioso siguiendo impulsos mentales de su cerebro averiado. Y el remate: que SAULO fuese el verdadero impulsor (que lo fue) del Cristianismo, haciendo activismo (o sea: predicando) tanto como pudo por el Mundo Romano, mientras los Apóstoles, quienes habían estado viviendo día-a-día junto a Jesús, ¡haciéndose los locos en Palestina! (Estaban ocupados anulando Evangelios Apócrifos, ¡algunos escritos por los mismos hermanos de Jesús!, por no ajustarse a la sacra mamela que estaban urdiendo.)
No. Lo heavy
metal hurtlan era lo otro: el trato sexual con una mujer pública de la que
Jesús, como muestra la cinta, hubiese podido estar enamorado. Y desde tiempo atrás.
¡Sorprendente! ¡Ofende más el sexo que la demencia (o la guerra)! Y aquí ofrecen
la primera reivindicación de la figura quizás más incomprendida de los Evangelios, junto a PONCIO PILATO: JUDAS
ISCARIOTE. HARVEY KEITEL interpreta a un Judas, viejo conocido de Jesús, que
vive por la espada, muy indignado por el colaboracionismo de su amigo (al que
abofetea), mas a quien su prédica de bondad acaba venciendo.
¿Principales apóstoles que las jerarquías de la Iglesia han manipulado para su conveniencia y crearles unos estatus inmerecidos? Peculiar la imagen que de JUDAS ISCARIOTE se muestra en esta cinta |
Jesús (un esforzado WILLEN DAFOE)
manifiesta, ya cercano Domingo de Ramos, algo como que a Judas va a tocarle la
peor parte: la de ser el Traidor Eterno, pese a demostrar lealtad y sincero afecto
por el Maestro como ningún otro Apóstol hace. (Como PEDRO, cuya traición, ¿no
cuenta? Renegó tres veces de Jesús. ¡Y lo hacen Santo Papa!)
Debió Jesús cargar el travesaño por la
Calle de la Amargura hasta el Gólgota. No siendo ningún trago agradable, al
menos tenía cierta duración. El baldón que soporta Judas es (según este “evangelio
apócrifo” filmado) imperecedero. Perpetuo. Va listo, el Iscariote.
El Diablo elige el momento clave para tentar a Jesús: en pleno delirio agónico. Le dibuja una vida insignificante. Anodina. Con descendencia (¡más herejía!) de MARTA y MARÍA y una proyección gradual hacia la senectud, la tumba, el olvido. Para alguien condenado a vivir un destino grandioso como el de Jesús, sin duda la verdadera liberación. Empero Él también estaba convicto, hace razonar el filme. El Libertador obligado, sin remedio o indulto, a cumplir una onerosa tarea que le impediría gozar las alegrías mundanas. Acaso cuanto anhelaba en su interior Jesús, persona por completo desconocida para nosotros.