viernes, 30 de abril de 2021

EL GUERRERO ROJO (RED SONJA) — EL DRAMA QUE SALIÓ COMEDIA

 

En justicia, debería titularse LA
GUERRERO ROJA. Empero con
ARNOLD S en pantalla, había
que explotar su tirón. No hicieron
un favor a este personaje, con
tamaña película, por cierto

The Encyclopedia of Fantasy considera (aparte de mala) homófoba (!!) esta inefable película de RICHARD FLEISCHER. ¿Motivo? Si una reina bollera (GEDREN) codicia a una granjera heteroX (Sonja) para integrarla en su serrallo, y atendiendo a su natural inclinación sexual la joven la rechaza, ¡eso es homofobia! O sea: mujer heteroX, si te tira los tejos una tortillera, lámela los bajos. Eso sí: las lesbianas luego deben rechazar cortejos coitales masculinos. Ofensivo es. ¿Podemos seguir hilando más fino las imbecilidades, en esta era de las hypersensibilidades comprometidas con el género? Un giro ingenioso al del clásico abuso del abusón de turno lo clasifican… ¡homofobia!

Tener además al guión a GEORGE MCDONALD FRASER, famoso por la saga del cobarde heroico, FLASHMAN, explica los desafortunados toques de comedia que bruñe un producción que parece aspiraba a ser otra catedral estilo CONAN EL BÁRBARO (la buena, de JOHN MILIUS), empero con una sexy protagonista cuya intención parecía la de reivindicar la capacidad de las féminas en esos tiempos prebíblicos donde la fuerza daba la razón, contenida en el puño y punta de la espada de algún varón belicoso.

Trataba sin duda de aprovechar el filón abierto por las aventuras del cimmerio. Habían filmado un artículo de gran calidad, muy diferente de los péplum de su clase, y de ahí que rematasen el esfuerzo incorporando en el set a ARNOLD SCHWARZENEGGER, como aburrido forzudo quasihierático con talento para la carnicería, como demostraba al apiolarse a un número nutrido de secundarios cuya ropa y tocados con los que figuraban les daban pinta de estrafalarios idiotas (en plan vándalos de LOS NUEVOS BÁRBAROS).

Claro, que si presentes así a Arnold S, ataviado de
rojo, en postura tan bizarra, pues el título, encaja

KALIDOR el Fuerte salva con frecuencia a Sonja, la que debería partir la pana, instruida por un venerable asiático en la esgrima. Y eso del maestro asiático tiende un sutil puente entre esta cinta y KILL BILL. Siendo como es TARANTINO, seguro que hay algo de esto. Una retorcida referencia burlesca.

Mas mientras la Red Sonja de los TBOs era una errante seminudista frígida que se las veía, como LA COSA DEL PANTANO, o HELLBOY, con criaturas sobrenaturales en unas aventuras que confirmaban, ante todo, la incapacidad de ROY THOMAS por crear algo que no copiase a algún clásico (creo que tener de coguionista a CLARA NOTO le impedía apoderarse de alguna idea de OSCAR WILDE para marvelizarla a favor de Sonja), la película tiene un relente de trama que no elude parecer deshilachada. Con pretensiones un poco, si me apuráis, a lo EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA.

Vaya banda juntas, SONJA. Haberlos tirado al
fondo de un hondo barranco, hermosa. Y qué
curioso detalle que te veas como te ves por no
querer ser juguete sexual de la reina bollera.
Cuando menos, un interesante giro argumental

Pues Sonja, ‘instada’ por su hada madrina, debía arrebatar a la histriónica Gedren (mejor hizo SANDAHL BERGMAN de VALERIA) un orbe repleto de kryptonita capaz de asolar reinos merced a tormentas devastadoras (sugieren) y, además, vengar la muerte de su familia y la violación a la que Gedren la sometió mediante sus tropas. Nada nuevo bajo el sol. Quiero decir: tópico del western spaguetti, dicen, donde prima la idea de la venganza sobre restantes consideraciones (como el orgullo, o la codicia).

A modo, El guerrero rojo es un western spaguetti, como Conan el bárbaro. Un forastero con deudas pendientes llega de sabe Dios dónde dispuesto a lavar con sangre agravios. El núcleo sin embargo es el argumento eterno: el viaje. Tanto físico como la exploración íntima del que toma la venganza. Cómo madura mediante el contacto con personajes más/menos importantes (¡vaya paliza la del insufrible niñato chino prepotente y su resignado esclavo! ¿No iba la película a naufragar con tamaño “alivio cómico”?) y qué influencia ejercen en sus decisiones.

Todo esto ocultan las trivialidades, estupideces y faltas de respeto que Red Sonja sufre. No había ninguna intención real de empezar el “pre-empoderamiento” de marras que está estragando esta zoociedad, sino mostrar medio en bolas a una esbelta nórdica atractiva y así saciar fetichismos de freakies onanistas de las espadas. Fin.