viernes, 3 de septiembre de 2021

VIAJE AL FONDO DEL MAR — CUANDO EE.UU. ERA TODOPODEROSO

 

Afiche USA marcadamente
"julioverneniano". La más avanzada
HITECH nuclear contra el
primitivismo calamar del pulpo
gigante inevitable de la época

Equívoco título para esta estrambótica película de IRWIN ALLEN que filma una idea propia de los primeros guiones de LOS 4 FANTÁSTICOS. Por dicho título, uno espera la cinta vaya de exploración submarina estilo JACQUES CUSTEAU, no de caos cósmico, y se exhibe repleta de los elementos “raciales” de su época. Puede ser una divertida evasión si la tomamos con la adecuada tolerancia… y unas birras en el cuerpo.

También contiene diversas ideas, o conceptos, bastante interesantes que podrían haberse manejado de forma más constructiva. Mas solazó a Allen cómo situó al planeta en un Apoqueclipse Cli que sólo pudiera resolver el enérgico ADMIRANTE NELSON (no al que liquidamos en Trafalgar, Cádiz; otro), compendio del superhombre pulp preconizado por EDGAR RICE BURROUGHS y refinado por LESTER DENT. Un sabio hábil con uniforme de la Marina estadounidense, capitán del supersubmarino nuclear SEAVIEW, que es la repanocha en HITECH, modernidad, espacio y velocidad… aunque esto debe discutirse.

Contexto histórico: el postMCCARTHYSMO. Estados Unidos sale agrietado de la Guerra de Corea, pero aún infunde al ancho mundo la Propaganda de que son el núcleo del Bien General, el Progreso y la Resistencia a la Amenaza Roja. En resumen, lo que predica SUPERMAN sobre la libertad, la justicia y el modo de vida… norteamericano. Refundido en Nelson, paradigma del supuesto norteamericano, dechado de coraje y virtudes, que recorre su poderosa nave preparando un ataque nuclear… contra el Cinturón de Radiaciones de VAN ALLEN. Fuera de nuestra atmósfera pululan numerosas corrientes energéticas que pueden alimentar cuentos de mutados o letales fenómenos e, inspirado por ROGER CORMAN y sus colosales insectos radiactivos, Allen piensa aprovecharlo.

El portentoso submarino emerge ante Nueva York
para ver el alto cielo enrojecido por todos los
vientos radiactivos del Cinturón VAN ALLEN

Centrándonos: el cinturón Van Allen arde; forma un espeso anillo ecuatorial de fuego; eleva la temperatura global de forma salvaje. (Al loro: fenómeno parecido podría suceder de verdad. Pienso en una superllamarada solar o aun un Invierno Solar. —Veremos entonces qué cuentan los ecolojetas. A ver a quién culpan. Al que no recicla los envases del yogurt, seguro—.) Polos fundidos, vastos cultivos incendiados, ciudades convertidas en hornos… Todo súbito (mas bastante anticientífico; superpillado por los pelos.)

La Comunidad Científica Internacional afirma, vía ONU, que esto acabará en unos días, cuando el combustible “nuclear” ígneo se agote. Volveremos a la normalidad (jaja). Nelson rotundo contradice tan pasiva respuesta. Tiene su teoría. Cálculos. Y un pepino atómico en el supersubmarino que, lanzado desde las Marianas el día Tal, estallará mediante debida trayectoria en el Cinturón y lo apagará, por saturación térmica.

Empero ahí está el ALMIRANTE NELSON con
una respuesta atómica a tan increíble amenaza.
No le mareen con matemáticas o escrúpulos.Un
norteamericano de pura cepa sabe siempre qué
 es lo adecuado hacer

El planeta entero le repudia toldándolo de suicida loco majadero, aunque persiste tenaz Nelson. Encarna el espíritu combativo Made in USA célula a célula. Y bien que sea así, pues en su propio navío tiene conspiradores (fatalistas pseudorreligiosos que desean que el Apoqueclipse barrene el planeta) dispuestos a sabotearle. En su carrera hacia las Marianas debe enfrentarse a ¡dos pulpos gigantes!, minas submarinas, submarinos que le atacan, un amotinamiento… ¡aunque todo vence Nelson! Oh, yeah!

El Seaview no debe ser tan veloz cuando precisa días para llegar a las Marianas, zarpando desde Nueva York. Claro, que si acortan la travesía, no pelean contra pulpos gigantes ni todo lo demás, escapismo que Allen anhelaba dar al público, como para compensar la endeblísima cortina de ciencia y lógica de su historia. (Aunque dudo esto le importase.)

El inefable PETER LORRE, pese a este rictus
erectus desencajado, siempre apoya las estrategias
de Nelson (o lo deportan de los EE.UU.)

Eran los glory days de la todopoderosa Norteamérica instalada en Gendarme del Mundo. El apresurado modo como huye de Afganistán, tras veinte años de errores y derroches, dilapida su imagen de titán capaz de sofocar todo entuerto en sus dominios. EE.UU. está agotado. No es ya magnífico. No inspira. No lidera. China se perfila su reemplazo, asociada a Rusia. Y por mucho que podamos apostillar sobre sus excesos, siempre será preferible Estados Unidos al Socialismo Pragmático que China nos prepara.