viernes, 10 de diciembre de 2021

LOS SIETE MAGNÍFICOS DEL ESPACIO — CUTRERÍAS A MANSALVA…

 

Afiche. La película es una basura;
no es cutre aunque graciosa, como
otras. Empero, como es de naves,
había que verla... Patético

…financiadas por el inefable ROGER CORMAN, aunque el “inefable” no debe entenderse como desprecio o insulto. Tiene el hombre su mérito (su cantera dio cineastas como JAMES CAMERON) por su capaz osadía de reciclar o aprovechar recursos o útiles. Violó sin compasión los relatos de EDGAR ALLAN POE y H.P. LOVECRAFT, y si le alcanza, los de CLARK ASHTON SIMTH o aun los de ROBERT E. HOWARD. Dio plena licencia a VINCENT PRICE para que hiciera de rebuscado malo histriónico hasta decir basta.

La película imita desvergonzadamente la resonante estela de STAR WARS. Asombroso resulta que GEORGE LUCAS, quien fue implacable demandando al autor de la teleserie GALACTICA, pasara totalmente de hacer igual a esta cutrería. Porque más crimen tiene que Galactica.

Como todas las malas cintas (no sé cuánto adrede esta lo es), derrocha estupendas ideas desaprovechadas que, en manos de un director más vigoroso, valiente, inspirado, aunque fuese con su limitado presupuesto, habría legado un filme más digno, acaso de culto. Ignoro, empero, cuánto Corman interfirió en la dirección de JIMMY T. MURAKAMI. La cosa es que, de un divertimento casposo, aun bienintencionado, pasa a un pretencioso tedio que tiene, como curiosidad, que uno de los Siete Magníficos originales participe.

Ahí va ese portento de la maldad y la arrogancia.
No es que lleve la mano escayolada, sino otra cosa
más absurda. Este también ganaba un Oscar por
su actuación... por cojones.
..

Aunque, para lo que hace ROBERT VAUGHN, cualquier otro actor, más/menos conocido, habría bastado. Porque Vaughn está acartonado; suelta aspavientos de amargado sicario implacable-fatal para luego diñarla tras estrellar su nave en un páramo. Antes ha lanzado alguna chatarra al espacio, para justificar lo que fuese su nómina.

En idéntica proporción de desgana va GEORGE PEPPARD, que pienso no fingía tanto su interpretación de borracho COWBOY terrano-camionero. El actor era alcohólico, y en ciertos momentos intuyes que no actuaba de dipsómano: estaba tajado de veras. Tiene una brumosa muerte heroica para un irrelevante papel insignificante, apropiado para un intérprete ambicioso en ciernes que podría haber bordado, por eso de demostrar ganas y capacidad para ser el nuevo MARLON BRANDO, o alguien semejante.

Aparte de que esté buena, la VALKIRIA es la que
mejor parada sale de esta chufla cósmica... en la
que "el cameo" de OBI WAN BEN KENOBI no
podía faltar

Quien merece la pena (porque el tal CAYMAN parece un desecho de LA FUGA DE LOGAN, como algunos sets) es la valkiria. Personaje por entero desaprovechado. Aporta tanto el físico descarado como la combativa actitud arrogante de quien pelea por querer obtener un espectacular Valhalla. Relegada a un plano menor, su exuberancia la permite destacar aun así. Hasta diría que tenía las mejores frases en un filme donde los manidos, planos y ampulosos diálogos parecen escritos por párvulos con cierto instinto.

Y nada revelo añadiendo que esta saga de maquetas espaciales (cuyo diseño impide, a veces, saber qué nave tripula el bueno, cuál los malos) se inspira en Los Siete Magníficos (que se inspiraba, a su vez, en etc.). Así que mejor criticar la actuación, realmente sobrada, absurda y grotesca, de JOHN SAXON y su pléyade de mutados con el cráneo cosido, profiriendo las estúpidas bravatas de todos los villanos baratos de estas películas, justificándose en que agreden el planeta de tontolavas pacifistas del protagonista sosainas situado en el punto más remoto del quinto pino.

La pava suspendida es la novia del soseras del
protagonista. Los dos calvetes en primer plano
también tienen su enjundia, porque el menda de
cráneo verde también se las trae... de idiota. Ni
que fuese el Ministro (Comunista) de Consumo

Consume excesivo metraje la tonta recluta de “magníficos”, aunque admito que los dos enanos calvetes térmicos tienen su punto, y qué cómicos son los clones de bianco total.

La única manera aceptable de visionar este romo “clásico” de los bodrios estelares es reuniéndote con los amigos, tomándose unas cuantas birras y luego descojonarse con sus horteradas, servidas en abundantes paletadas por Murakami, quien recicla todos los tics anticuados de la ciencia ficción de Década Cuarenta-Cincuenta sin empacho alguno, rehuyendo la modernidad que Lucas supo imprimir a LA GUERRA DE LAS GALAXIAS pese a apoyarse en la tradición artúrica, dando ostentosa nueva dimensión a las leyendas.