viernes, 1 de julio de 2022

LOS MISTERIOS DE SI-FAN — LA COMEDIA DEL TAIMADO CHINO CONTRA EL IMPERIALISMO BRITÁNICO

 

Portada del recopìlatorio que
contiene este relato. Un libro
sólido, cuidado, precioso. Ya
quisiera yo ver a
DOC SAVAGE
impreso en España con este
formarto

Quizás la idea perdure, permitiendo afirmar, con jocosa rotundidad, que SAX ROMMER es un pésimo escritor. Así me describieron al autor del siniestro DOCTOR FU-MANCHÚ, un semidespectivo resumen proferido por un “enterado” que, por supuesto, nada había leído de estas sagas. Regurgitaba, como un gramófono-loro, algo leído por ahí.

[¡Cuántas tonterías escuché mediante este procedimiento, que luego los años, y mis lecturas, han ido refutando, invalidando, ridiculizando! Mala cosa que un listo vaya dándoselas de entendido.]

Wiki ha ido disminuyendo el poder de estos individuos; las redes sociales contactan (esto es aspecto positivo suyo) a aficionados con más/menos cultura sobre según qué temas, e ilustran, completan o derriban mitos y tonterías. Empero para entender la fuerza del prólogo, debemos retroceder a final de Década 80, donde toda esta información, extraña, dispersa, era complicada de contrastar.

Empezar a leer Los misterios de Si-Fan sin embargo dan la razón al entendido. La forma estrambótica como Rommer lanza al DR. PETRIE a la palestra, con un grito que luego resulta ser reclamo a alguien que llama a la puerta, pero parece que el tío intenta precisar la naturaleza de un agresor… siguiendo después con sucesivos superlativos enigmas que resuelven entre intensos signos de exclamación, pues, en efecto: confirma que Rommer, como el burro de la fábula, había escrito un párrafo, y sonó una nota. ¡Ya era escritor!

SAX ROMMER (un alias), con
un vago parecido al difunto
SIR CHRISTOPHER LEE, ¿eh?
Dilapidó la fortuna que estos
libros le granjearon

Mas según avanzas la lectura (que además incita abandonarla por libro más profesional, y eso que Rommer demuestra estilo, tablas, vocabulario, buenas analogías), descubres que todo ese desmedido afán de singularizar al Peligro Amarillo contra la Civilización Occidental (británica, esto es) con tamañas altisonancias, cuanto oculta es una COMEDIA. ¡Fu-Manchú es una farsa, con pretensiones de seriedad, y que todos esos vigorosos excesos que Rommer subraya en diversos capítulos (arrojados a su vez de modo alocado al conjunto del relato, dando sensación de dislocación), esperan burlarse de los héroes que habrían de suceder a los de capa y espada!

Rommer se fogueó escribiendo vodeviles, así que, por mucho esfuerzo que pusiera, en aquellos duros años de la Gran Guerra, por referir una historia seria basada en una presunta conjura que delatara las sádicas conjuras sibilinas, tortuosas, de China para someter la acomodada/decadente Civilización Occidental, el instinto del chistoso acabó por imponerse en unos párrafos que, oigan, tuvieron notable éxito.

De ser el manta como sus detractores le describen (que despreciaron qué humorístico es este… Manchuverso), Sax Rommer sería ahora un nombre olvidable entre otros tantos de un determinado colectivo artístico de paupérrima fortuna.

La evidencia que remacha mi teoría del sainete lo encarna Petrie, el sidekick rehén. Siempre presa de celadas, desmayado, drogado, amenazado. Lo secuestran para que saque una bala del cerebro de Fu-Manchú, extorsionándolo con matar a su novia egipcia (virtuoso dechado de virtudes, que sólo profiere una línea en toda la novela, pues su candor siempre la sumerge en el más prudente silencio monjil), y tras la operación, reteniendo Fu-Manchú a la joven cautiva… ¡Petrie se va al Quinto Pino de aventuras con NAYLAN SMITH, en vez de intentar su rescate! Ni una sola expresión (sincera) de ODIO, ansiedad, miedo, por el destino que pueda sufrir su prometida. Vaya novio.

Cubierta de época donde se habla
de Peligro Amarillo (ahora, de
actualidad) como una amenaza
considerable para Occidente

Y Naylan Smith… ¡qué personaje! Un huracán; entra-sale-le agreden-desmonta de pura chamba las maquinaciones de Fu-Manchú. La visceral sensación que desprende es de teatral vacuidad. Un sabihondo hueco puesto ahí, en el momento crítico, para triunfar. Naylan Smith aparenta mofa del gallardo caballero a lo SIR WALTER SCOTT; además, nada de su conducta, distante, maniquea, promueve simpatía por él, no como sucede con DOC SAVAGE o LA SOMBRA. Es un grandilocuente espantapájaros pero sólo porque Petrie, scriptor, lo elogia sin cesar. Por sí, de poco vale el espectral Naylan Smith.

Ah, y el “racista” Imperialismo Colonial británico, representado como vestal de dignidad en peligro debido a los indecentes manoseos del artero chino y sus secuaces, con el pabellón de rictus erectus. Ríanse ustedes de las acusaciones a SIR ARTHUR CONAN DOYLE de imperialista. ¡Rommer podría darle lecciones con honda!