viernes, 3 de marzo de 2023

LA MUERTE DE LA HIERBA — EL ÚLTIMO VALLE

 

Cubierta edición española; que
parece una promoción de algún
tipo de estupefacientes

JOHN CHRISTOPHER (pseudónimo), desde mediados de Década 50, refiere una parábola con ciertas repercusiones actuales. Publican en España la novela en los 70 del pasado siglo, así que la ilusión de estar leyendo una distopía que “retrocede” en el tiempo hace más sabrosa su lectura. Descubres en internet que, en realidad, el autor estaba siendo casi contemporáneo con su ficción, y pierde ese glamour que has ido atesorando mientras consumías la narración.

Es libro bueno, bonito y barato. Está escrito con tablas y elegancia y, pese a algún ejemplo reseñado recientemente, esta vez esa “ortodoxia narrativa” es un extra a una historia llena de peculiaridades e interés, examen tanto del individuo como de su comunidad.

Una sensación que produce asimismo la novela es la de estar leyendo una ampliación de una parte de LA GUERRA DE LOS MUNDOS, en concreto aquella en que H. G. WELLS pasa el testigo del “orador” a su hermano, fugitivo del populoso Londres por mor del avance marciano y su letal humo negro, anticipo de nuestra guerra química. Relatan esos segmentos cómo la población de la capital avanza hacia algún santuario que les libre de los invasores, pormenorizando detalles de las circunstancias que degradan, impresionan o condicionan a los fugitivos.

Christopher amplía esas particularidades porque lo que le interesa contar es algo que SVEN HASSEL destaca de sus experiencias en la Segunda Guerra Mundial: nuestro aspecto civilizado es una tenue pátina de convencionalismos e hipocresías; apenas algo trastoca ese superficial orden efímero, sale el monstruo a relucir. La bestia de la caverna y todo eso.

Según parece (admito tengo dudas)
JOHN CHRISTOPHER (un alias);
prolífico autor británico con obra
extensa en el género de la CF

Interesante detalle de la obra: todo se debe a una complicación originada en una restrictiva China Comunista que, sólo cuando ya les desborda, lo comunica al resto del planeta. (Es muy cuidadoso Christopher a la hora de hablar de Bloques o ideologías. No obstante, La muerte de la hierba es analogía sobre los cincuenta millones de chinos que MAO TSE-TUNG, ese líder ¡aclamado! por perniciosos elementos de nuestra progresía, mató de hambre a consecuencia de unas impresionantes obras arquitectónicas.) Un virus ataca a la hierba, en concreto, al arroz, y por aquellos lares, el arroz es la dieta básica de la población. Una hambruna brutal asola China. Así, al no tener con qué alimentar a la nación, es como informan de la existencia del virus.

¿Os suena? Seguimos bajo la férula del último virus chino que nos ocultaron sus comunistas autoridades hasta que la cosa explotó de mala manera mundial.

El virus empieza a destruir cultivos. Durante unos dos años y medio, a base de restricciones, Occidente aguanta, hasta que descubren que los remedios que han diseñado son ineficaces… como algunas de las vacunas que nos inocularon. ¿Solución? El Gobierno británico pretende lanzar nukes sobre todas sus ciudades importantes. Los que sobrevivan podrán tener raciones. Planea un genocidio de treinta millones de ingleses. Los motines estallan apenas se consolidan los rumores.

Afiche adaptación al cine de esta
novela; a ver qué tal, cómo de
respetuosa es con el original, o
se fueron por los cerros de Úbeda

Christopher envía a los CUSTANCE al último valle donde, a base de patatas y remolachas, un pequeño grupo selecto podría reiniciar la civilización… si la radiación lo permite. Este es punto débil de la obra, mas característico de los Años 1950. Creían que un bombardeo atómico era más bestia que el blockbuster convencional… ignorando las radio-secuelas.

Chistopher sin embargo se ceba en el muelle carácter anglo. La idea esa de la flema británica ha calado tanto en su Sociedad (productora de Holligans) que, ante una alarma como ésta, mantiene el tipo y se permite engañar hasta el último/irreversible momento. Denuesta este carácter de su nación, al que cierto brío sanguíneo la vendría bien (se ve no conoció a los Holligans).

El relato es el argumento, único, de la literatura: el viaje; cómo los refinados burgueses van transformándose en una medieval fuerza primitiva, que sin dudar desecha a otros infortunados, según sostienen combates que pulen esa pátina de civilización (hasta eliminarla) y los subterfugios filosóficos para mantenerla, para alcanzar el último valle… donde les aguarda una desagradable sorpresa. Altamente recomendable este clásico.