viernes, 4 de noviembre de 2011

THE CROW – VIOLENCIA PREMEDITADA

Atravesando, real y metafóricamente,
las puertas de la eternidad
En la película, que se puede antojar como un borrador de la tenebrosa DARK CITY, esto está claro; es manifiesto: ERIC DRAVEN, un inspirado BRANDON LEE (en paz descanse), renueva la imagen de ORFEO, quien asciende al Infierno de la Tierra (la cavernosa ciudad en llamas) tras seducir a CAN CERBERO (el cuervo). Su venganza es el trámite que negocia con HADES para que EURÍDICE (SHELLY –SOFIA SHINAS-) se reúna con él. El que Eric pertenezca a un grupo musical de siniestros (“góticos” hoy día, ¿no?) es la pista valiosa que permite establecer esta teoría, la de que The Crow, al menos en su versión para la pantalla de plata, es nueva versión de la fábula mitológica griega de Orfeo y Eurídice.
Sin ánimo de barrenar mucho, cosa que agradecerán los lectores de este blog que consideran que tengo ‘vervorea’, me referiré pues someramente a la adaptación al cine del “mito gráfico” de JAMES O´BARR que editó en una editorial “de segunda”, lo cual le permitía dibujar las pasadas que El Cuervo del tebeo perpetra en sus planchas, como mutilarse o hincharse a sobredosis.
Fotograma urbano de la caldeada NOCHE DEL DIABLO,
escenario óptomo para esta venganza sepulcral
Y también solicito la venia del paciente lector para que, todos juntos, nos neguemos a admitir la existencia de “segundas partes”, material en verdad espurio, tanto en papel como en cine, porque, seamos honestos, vayamos al grano, reconozcámoslo, reiterar en la estructura de The Crow (el asesinato por-que-sí, y la resurrección retributiva) no sólo es desafortunado recurso planteado para sacarnos los “mortadelos” de nuestra cuenta corriente, aprovechando cierto “aprecio” por el personaje y su trágica fábula, sino que desvirtúa la idea.
Coherencia tras la locura nocturna: el SARGENTO
ALBRECH (ERNIE HUDSON) lo comenta con SARAH
(ROCHELLE DAVIS), de vivo recuerdo de la difunta pareja
Curiosamente, TOP DOLLAR (tenebroso e inquietante MICHAEL WINCOTT) profetiza sobre las secuelas (pues van a peor) en la reunión de los mafiosos que tan nefastas consecuencias tiene para ellos, de un modo u otro. The Crow es una única andanada, no una franquicia. Al menos, así lo considero.
Hay que reconocer que los autores del guión, DAVID J. SCHOW y JOHN SHIRLEY, en este personaje hallaron filón; lo sacaron de esa nebulosa de espasmos violentos producto de excesos de las drogas o el alcohol según lo dibujó O´Barr para darle entidad, sarcasmo, donaire, profundidad. Es un extraño amargado que ha descubierto estar saciado mucho antes de lo que esperaba vérselo, y va tirando a base de crueldades e incestos con su hermanastra, MYCA (BAY LING) para ver si, otra vez, encuentra la sal de la vida.
Indecencia de otro tipo, la protagonizada por GIDEON
(JON POLITO) y TIN TIN (LAURENCE MASON)
Top Dollar es un caudillo hampón contagiado de la teatralidad de El Cuervo (como si fuera su oscuro reflejo) aunque con estilo propio y ritual, y parece hacer más por el “amor al arte” que por el dinero en la NOCHE DEL DIABLO, Halloween, por cierto. Hasta en esto tenía que demostrar su “originalidad”, que va “por libre”.
Pero pese a sus aspavientos, es un diablo menor y comanda una tropa de tarados perversos que compensan su inmoralidad con grandes dosis de iniquidad; algunas luces demuestra tener T-BIRD (DAVIS PATRICK KELLY), aunque las funde FUNBOY (MICHAEL MASSEE), con GRANGEE (TONY TODD), la “mano derecha” de Top Dollar, haciendo de enlace entre el mundo “elegante” y casi decimonónico que su jefe parece vestir y los bajos fondos de este Detroit pavoroso de maquetas y FX digitales patrullado por su nefasta tropa.
La infame banda al completo, responsables directos de la
muerte de SHELLY y ERIC (BRANDON LEE)
ALEX PROYAS dio un bombazo con esta película y sacó al tebeo de la oscuridad de las obras de culto para sumergirlo en los escenarios, más sombríos y barrocos, de la cinta, dándole, como ocurre con Top Dollar, relieve, dimensión, renovada mítica CultuPop, procurando quitarle su apariencia de segunda fila. Porque, admitámoslo, dentro de la SERIE B del tebeo, The Crow puede ser un titán, pero difícilmente competirá con WATCHMEN o V DE VENDETTA. (The Crow está peligrosamente cerca del fanzine, aunque, ojo, esto no es un demérito per se: antaño tal formato tenía prestigio y en él se foguearon figuras actuales de la historieta, como JOHN BYRNE.)
TOP DOLLAR (MICHAEL WINCOTT) pasándolo en
grande junto a su hermana, MYCA (BAI LING). Juntos,
es tanto monta, monta tanto; a cuál más pérfido
Proyas encuadró esta tragedia con raíces mitológica en un escenario tremebundo y claustrofóbico, tan sembrado de símbolos como los que O´Barr, con los años, ha ido sumando al “texto original” de su cómic, haciendo una espectacular película falsamente “inspirada” en el cine de Hong Kong de JOHN WOO, porque los tiroteos a mansalva ya venían en el tebeo. Pero empieza a despegarse de esa “escenografía” oriental cuando Shelly, figura al final entre lo virginal y lo taumatúrgico, adquiere un papel de mayor relevancia que el que tiene en la historieta; es su labor, como concienciada abogada, lo que provoca tanto su muerte como la de Eric.
EL CUERVO en lo suyo: el martirio de varios calibres; en
este sentido, The Crow no es nada timorata
Los responsables de The Crow centran más la trama de O´Barr en los secundarios (el policía caído en desgracia encarnado por el ex CAZAFANTASMAS ERNIE HUDSON, como el SARGENTO ALBRECH, o la chica, SARAH –ROCHELLE DAVIS-, o incluso su madre) evitando la dispersión que el autor fue dando a su obra con las “actualizaciones” sucesivas de páginas oníricas añadidas, y, finalmente, la racionalizan dándole causas y efectos comerciales. A Top Dollar, un caciquillo mafioso que posee oscuros negocios inmobiliarios, lo importuna una idealista enojosa. Y la Realidad siempre triunfa sobre el Idealismo, merced a la violencia y el ramplón sentido de la vida. Así que manda a T-Bird y sus degenerados a matar a Shelly. Eric… se interpuso.
Shelly, especie de EURÍDICE en esta fábula vindicativa,
acude a reunirse con su ORFEO; almas que al fin podrán
descansar en paz
De un fortuito suceso de maldad (como O´Barr plasma en el tebeo), Proyas y guionistas otorgan una razón “creíble” a la historia (la especulación inmobiliaria) para adaptarla al paladar americano, que acaso no digiera que el Crimen suceda espontáneamente, sin estímulos ni provocaciones previas. Es un vago sesgo pueril que permite explicar algunas conductas norteamericanas… si las juzgamos por su propaganda gráfica o cinematográfica. Las noticias cuentan otra cosa.
Y el cuervo, en muerte, une lo que los hombre separaron
en vida...
Aliviaré al lector del sufrimiento de recordarle la leyenda que aureola a The Crow, con la polémica muerte de Brandon Lee (y de quién era hijo) y su novia, la sustitución computarizada de éste en algunos planos, para mejor atraer su atención sobre el que quizás la  “precuela” de este filme pudiera ser EL JINETE PÁLIDO, de CLINT EASTWOOD. Si no, véanla y reflexionen… y luego, comparen.
Vuestro Scriptor.