El afiche lo confirma: es el fin del mundo como jamás se imaginó |
Pues esta película de COLIN Y GREG STRAUSE me ha roto los esquemas. Ya sabía que si efectivamente una invasión extraterrestre sucedía, su superioridad tecnológica nos acabaría arrollando al poco tiempo. (Por eso, muchos científicos intentan tranquilizarnos alegando que tales entes son pacíficos. -Como si supieran qué piensan seres con una biología distinta a la nuestra, cuya cultura es inimaginable. ¿Y si nos ven como a los infusorios que anadean en la placa bajo el microscopio, vida, pero sacrificable?-) Pero, hasta ahora, Hollywood se las ha apañado para darle, aun in extremis, la vuelta a la tortilla. Ejemplos:
INVASIÓN A LA TIERRA está planteada como un azaroso rescate por L.A. a cargo de un pelotón de marines que combate con una fuerza alienígena hostil de la que lo desconoce todo y descubre (milagrosamente) sus puntos flacos, permitiendo un prometedor contraataque. En INDEPENDENCE DAY nuestro poder aéreo mundial, bajo el inexcusable liderazgo americano, propicia el triunfo. Pelea, batalla, explosiones y escombros para inducir catarsis y confirmar que somos la raza number one del Cosmos. Esto no ocurre en Skyline.
Diez minutos antes de juerga y cachondeo... y ahora tienes palco privilegiado para ver la increíble invasión |
Por otra parte, estrenan últimamente demasiado material de la Tierra atacada desde el espacio. ¿Nos están avisando de que ALGO viene y mejor hacemos preparándonos? ¿Intentan despertar algún gen neurótico en nuestro interior para cavar refugios y acaparar existencias? ¿Prepararnos para resistir? ¿Desplegaron ante nosotros cierta baraja de ‘conquistadores’ como visajes de realidades paralelas que sugieren: Fíjate cómo les fue y anota aciertos y errores. Evita repetir estos últimos?
¡No mires la luz, que te pone malo! (Y te ofusca, y deseas entregarte al invasor) |
De las que, hasta ahora, he podido comentar, Skyline me parece la más desesperanzada y siniestra, la que, hipotéticamente, se ajustaría más a la realidad. Demuestra lo inermes que estaríamos ante un invasor espacial. Skyline recuerda, también, a ese cine de los años 1950, de cuando las películas de insectos gigantes y los plateados platillos volantes, donde cabezudos con los sesos al aire raptaban humanos para hacer extraños experimentos, enmascarando analogías de la Guerra Fría y el MCCARTHYSMO.
El héroe, JARROD (ERIC BALFOUR), se intuye algo chungo deslizándose a su espalda... |
El filme apela al terror que carcomería a la gente en las primeras horas de la invasión, donde desde tu terraza eres espectador con palco de la tragedia. Acortamos presupuestos en batallas, haciendo unas pocas pero intensísimas, y así al espectador le parecen el doble de impactantes cuando lleguen (Skyline costó once millones de dólares; técnicamente, es EL MARIACHI de las películas modernas de invasores). A falta de tracas y tiroteos, llenamos el resto con un ágil/hábil estudio de los integrantes del elenco y las distintas facetas como se entiende la invasión; qué miedos, reacciones, heroísmos, acometerían.
Sin advertencia, sin provocación, limitándose a lo suyo, aspirando las multitudes a su barroco interior |
Había margen de maniobra, y podría haber salido algo notable. Lo finalmente filmado se acerca, pero no llega. Hay asomos de esa tensión dramática, lo que en falso aseguran aparece en FALLING SKIES, pero sus autores entendieron que “tragedia” significa “muermo”, lubricado con un par de tiroteos. También Skyline homenajea LA GUERRA DE LOS MUNDOS, concretamente cuando el narrador y el CURA quedan encerrados y al borde del pozo donde los marcianos desarrollan su rutina, recurso que H.G. WELLS empleó para mostrar aparatos y seres espeluznantes.
Y hay algo en el protagonista, JARROD (ERIC BALFOUR), que no termina de encajar. No contacta. Es un ‘tirado p´alante’ de discoteca. Al final quizás ese carácter áspero sea el que le saque del atolladero, aunque se lo han puesto francamente difícil. Pero, no, no le ves de héroe.
TERRY (DONALD FAISON) y CANDICE (BRITTANY DANIEL) ya muy estresados por los acontecimientos |
Hay que reconocerle inteligencia a la trama de Skyline, que podría resumirse como que imagínate a los pencos de SENSACIÓN DE VIVIR encerrados en uno de sus elitistas complejos de rascacielos y a quienes les corta el rollo una invasión extraterrestre. Sin previo aviso. Sin SEÑALES de advertencia. Las primeras horas son tan impactantes que permiten a los agresores apoderarse por aspiración o auras de energía de la población en masa, engulléndola sus naves (enormes, barrocas, plagadas de luces extrañas hipnóticas/cegadoras), sin duda con nefasto propósito.
El sufrido conserje OLVIER (DAVID ZAYAS) boquiabierto con la siguiente sorpresa que desembarcan los aliens |
Plantear la cinta así (gente pija/superficial, al margen del dolor, despertando a él de modo abrupto, sin paliativos) habría constituido un acierto preñado de ironías. Se intenta, pero no se consigue. Se trabajan más las secuelas del error (como quedarse atrapados en la azotea porque se olvidan de calzar la puerta, que se abre solo desde dentro), lo impulsivo (TERRY -DONALD FAISON-, con su potente descapotable, aplastado por la pata del gigante engendro cyborg –los aliens parecen combinar elementos de distintas especies, empotradas en un esqueleto artificial, lo que hace suponer que un SKYNET del espacio, según conquistaba planetas, se apoderaba de los rasgos más eficaces de sus habitantes, incorporándolos a su diseño original-, que antes de salir en tromba pudo mirar si la calle estaba despejada), el encierro en el apartamento.
La Tierra al fin contraataca, y con armas nucleares que, por desgracia, se demuestran ineficaces |
Allí apreciamos un decaimiento en la trama. De la pareja protagonista, Jarrod y ELAINE (SCOTTIE THOMPSON) nos surten de bastantes datos, así como de la relación adúltera de Terry con CANDICE (BRITTANY DANIEL), pero del conserje OLIVER (DAVID ZAYAS), que aplasta al alien con el coche, pretexto para mostrarnos qué quieren los extraterrestres de nosotros (¡nuestros sesos!), ¿qué sabemos? Ese hombre, ¿tiene familia? ¿Le preocupa qué les ocurre? ¿Cómo lo estarán pasando? ¿Les cuenta entre los fallecidos? ¿Qué?
Jarrod y ELAINE (SCOTTIE THOMPSON) tratando de escapar por la azotea... |
Lo limitan a ser una especie de equilibrio o freno para los arrebatos de Jarrod, que padece esa extraña mutación progresiva, y al que en principio le sentó como una bomba saberse padre, así como le revientan las conductas conservadoras de Oliver, cuya frialdad y serenidad son totalmente envidiables, teniendo en cuenta qué desgarro debe sufrir ignorando el paradero de los suyos en tal trance.
...único sitio que el gigantes les permitía. El sacrificio de Oliver intentando destruirlo resultó, véase, inútil |
Otro detalle de Skyline está en que el Alto Mando no se corta un pelo y emplea un arma nuclear en una zona densamente poblada; en pleno Los Ángeles estalla una y derriba al gran aparato alienígena que, para horror de todos, vuelve a levitar reensamblando sus fragmentos según asciende. Eso sugiere que, más adelante, emplearán artefactos aún más poderosos, acometerán más grandes sacrificios civiles.
Un último momento para la ternura, antes del fin |
Skyline quizás no sea la mejor película del mundo, en efecto. Pero acumula demasiados aciertos (y más en función de su coste) como para haber concitado este rechazo. En serio, no lo entiendo. Se encomian porquerías mayores.
Vuestro Scriptor.
Documentación adjunta:
Impresionante fotograma que muestra la intensa labor de cosecha de los alienígenas por los grandes cascos urbanos |