viernes, 30 de julio de 2021

LOS ETERNOS — ACABAN HACIÉNDOSE ETERNOS

 

Poderosa portada a B/N. Una
riada de personajes ocultos,
motivaciones subtrerráneas
y "dioses" del espacio con
preocupantes intenciones
aguardan tras este dibujo

No importa cuánto digan laudatorio en estas páginas los ‘expertos’ en la Historia de la Historieta (ese término mío usurpado sin mi permiso); me consta que, un poco al margen del mercenarismo que suponga su trabajo editorial, comentan de buena fe. Las loas vertidas a JACK KIRBY sobre su capacidad creatividad en general están justificadas… hasta cierto punto. Desdora sus ditirambos el que Los Eternos es obra argumentalmente deficiente, cosa que eluden citar con igual ardor (había que vender TBOs).

Obviaré lo de que Kirby, mosqueado por la sombra que STAN LEE le echaba encima, adjudicándose el mérito de crear el Universo Marvel, emigra a DC Comics para montar lo del CUARTO MUNDO, KAMANDI y demás. Vuelve EL REY a su alma mater tebeística con un poderoso concepto que organiza junto a MIKE ROYER: Los Eternos, tremendista paranoia a base de OVNIS, visitas prehistóricas a Perú de extraterranos, el que somos suerte de X-File sociológico y que compartimos la Tierra con dos dominantes especies más, todo cuentos semimísticos de VON DÄNIKEN envueltos en un “racionalismo arqueológico documentado” que aportan ‘solidez’ a sus especulaciones.

Kirby las cree, plasmándolas en viñetas llenas de dinamismo y fantasía, con personajes Marvel que terminarán siendo fagocitados por la editorial, pese a que, en principio, se concibieron para ser de un Universo Paralelo al Marvel Universe.

JACK KIRBY, el hombre que con un
lápiz del Nº 2 y su portentosa
imaginación creó el
Marvel Universe
y, si me apura, el DC Universe. Al
final STAN LEE se enriqueció con
su esfuerzo

Demuestra sin embargo notable impericia al desarrollar la amplitud del concepto. Lo indica el que, cuando concluye la tan cacareada ceremonia de la UNIMENTE, la serie degenera en menudencias típicas de superhéroes clásicos hasta convertirse en un tópico. Kirby prefiere primar las hostias a las cuestiones de profundísimo calado, sobre cómo nuestra Sociedad podía afrontar la idea de: A) gigantescos visitantes del espacio quizás todopoderosos… y hostiles; B) la presencia de Eternos y DESVIANTES compitiendo por espacio vital con nosotros.

Kirby no sabe reflejar qué pánico estas tangibles revelaciones producirían en la gente. Ignora el impacto sociopolíticoeconómicorreligioso de sabernos no sólo acompañados en la Tierra por “otros”, sino de tener compañía en el Universo, seres cuyas intenciones son del todo/completamente insondables. Intenciones que, como clama ZURAS al reclamar la Unimente, merecen un hondo análisis “de mente-colmena” para ver cómo abordar tan ciclópea crisis, que puede concluir con nuestro exterminio. De ese enlace especial: ¡no sale la respuesta demandada! Nada.

Un manido bosquejo de ataque nuclear soviético preventivo y una chorrada de espionaje por los norteamericanos es cuanto Kirby considera oportuno mostrar de una cuestión de tan radical calado; no imagina cómo todo esto revolverá nuestra Sociedad y costumbres.

Quede claro: tras estas páginas,
LOS ETERNOS se acaban. Lo
que sigue es banal y aburrido, una
desesperada fuga hacia adelante
que evita a Kirby tener que hablar
de las procelosas aguas de la
política, la religión, la economía

Tras la ceremonia de la Unimente, Kirby agotó las ideas. Apelar a un enfrentamiento con un HULK de plástico imbuido con rayos cósmicos manifiesta la agonía. No sabe, o no puede, desenvolverse en una Asamblea de las Naciones Unidas que exija explicaciones a Eternos y Desviantes sobre los CELESTIALES y sus propósitos. Cómo la gente corre, o huye, de o a las iglesias y cultos. Poner al antropólogo SAMUEL a dar una estúpida conferencia sobre “la materia”, es ardid pueril, pues parecía la presentación del nuevo disco de ELVIS PRESLEY. Pensando compensarlo, Kirby se tira a terreno familiar: ¡a la hora de las tortas!, dejando todo el gran pastel por hornear.

Ahora era la hora de los despachos, los complots, la paranoia soviética, el Área 51, cómo en secreto las superpotencias decidirían, o no, aliarse contra los Celestiales o ver cómo controlar a Desviantes y Eternos, de mayor poder que los seres humanos. De saber si la Bolsa se hundiría o fortalecería. De hablar de nuevas fes basadas en estos develamientos increíbles. De deificar, o satanizar, a IKARIS y compañía. Una entrevista con el Papa. Y lo de SERSI y “su furia”… ¡Eso no tiene perdón de Dios! ¡Qué fraude!

Esto, y más, Kirby soslaya con garbo y puñetazos. Por mucho que RAFAEL MARÍN o RAIMON FONSECA encumbren la grandiosidad creativa de Kirby, valorados en fría perspectiva Los Eternos descubres que Kirby pareció un hombre encerrado en una caja pequeña y que, espiando por sus ranuras, vio un colosal Cosmos de maquinaciones retorcidas que, asustado, le acomplejaron. La real politik venció su fantasía efervescente. Le redujo a casi nada. Con esta saga mordió más de lo que podía tragar.