“La presencia de un venezolano en aquella región hubiera resultado
sorprendente si no fuese característica de la raza española distribuirse por
todo el planeta y figurar, para bien o para mal, en todos aquellos sucesos más
o menos importantes que se suceden en el mundo. En toda guerra, en toda
revolución, en todo trastorno histórico, siempre hay un español o españoles
cuya actividad es de gran importancia. Su exagerado individualismo les hace
estar presentes en todos los puntos habitados del globo, sin importarles la no
existencia de cónsules o representantes de su patria que les prive de la
protección que otras razas juzgan indispensable.”
TRUENO
NEGRO – SERIE EL COYOTE — JOSÉ MALLORQUÍ
Así pensarían en tiempos de Mallorquí,
porque hoy día tal sentimiento sobre las virtudes de nuestra sufrida piel de
toro y sus habitantes, tan levantiscos como individualistas, tan osados como
tendentes a la arrogancia, se desprecia.
Una sucesión de nefastos regidores gubernamentales, situados a ambos lados del
espectro político (más claro a la izquierda, con su repulsiva excrecencia de la extrema izquierda populista, origen de la extrema derecha populista, otra de sus
preocupantes “conquistas sociales”), han trabajado Trabajado TRABAJADO a
destajo, desde Ministerios y escuelas, por minimizar, ridiculizar, negar, nuestros
logros o contribución a la Historia Universal y qué impulso supuso, para
naciones vecinas, el recrear nuestras gestas en Hispanoamérica u otros puntos del planeta. Australia debe
su nombre a navegantes españoles. Una expedición española circunnavegó el
planeta por primera vez. Extendimos un rico y vital idioma por vastas zonas de
la Tierra. ¿Puede todo eso quedar reducido a la miseria destructora del mitin
político de un sinvergüenza megalómano y otro egomaníaco? Pues, sí.
Últimamente, “nativos” caníbales hispanófobos, para tapar sus incompetentes políticas, e
instalados en presidenciales poltronas, las utilizan para lanzar virulentos
ataques xenófobos contra nuestra nación (ergo: nosotros), denigrándonos en cuantos
ámbitos pueden. Vieja táctica racista para eludir sus problemas y que perjudica
a su población, pues es vista como estos sujetos: racista. Encima, nuestro actual “Gobierno” no replica. Calla.
Traga. Asume. En nombre de no sé qué progresía, está aún a un paso de
contribuir a los discursos de ODIO que predican estas alimañas, plegándose
sumisos a la maligna estupidez de admitir sus inventadas “demandas”.
Les designo hispanófobos con razón. Pero ¿os cuento un secreto a voces? Los
peores hispanófobos no están en Méjico, Colombia, Perú, Bolivia, o Francia, Gran Bretaña o Alemania,
donde también pululan, sino en la misma España. Y conocemos sus porcinas jetas
de JUDAS por verlas en los telediarios. Es esa mierda nazionalistas, sobre todo vascuences y catalanes (tierras donde hay ciudadanos que sienten españoles, mas les impiden
expresarlo por MIEDO a graves repercusiones, cosa intolerable en un país que
tanto orea ser democracia que blinda el derecho de expresión y elección, sin
que medie amenaza por medio luego), que han encontrado un jugoso cáncer favorable
a sus insidias separatistas y racistas en las republicanas Izquierdas presidenciales.
HERNÁN CORTÉS, que con un puñado de audaces y ayuda indígena, tumbó un imperio corrupto que hoy quieren santificar por espurios intereses políticos |
Sí, racistas. Alientan el ODIO hacia sus compatriotas, a los que ven como sanguijuelas o
bestias de los pantanos, incluso cuando succionan del erario público el dinero que esas carroñas, parloteando en
sus dialectos que pretenden pasar por “idiomas”, nos sangran a todos, o sea,
sus despreciados paisanos. Nos consideran los “opresores” que deben costear su
“gloriosa independencia”.
Y proceden así porque tienen quien les
respalde (ahora, este “Gobierno”), tanto en uno como en el otro bando
ideológico.
Esta entrada es impropia de un día que
celebra el inicio de un jalón renovador para el planeta. Europa iba despertando
al Renacimiento, y saber de nuevos territorios situados non plus ultra estimuló, como pocos antes, la actividad del Viejo
Continente. Lo suyo sería hablar de PIZARRO, CORTÉS, o PONCE DE LEÓN, que,
desmitificados, siguen siendo audaces que crearon países en tupidas junglas, o se
aliaron a poderosos guerreros de naciones amenazadas por incas o mayas, “minorías” ahora beatificadas, pese a su gusto por el arbitrario
sacrificio humano y la opresión, y que vieron en el blanco del peto de acero,
¡MÁS ACERO!, cómo de zafarse de un yugo que, hoy día, averiados “historiadores”
definen de “socialista”, en un inexacto sentido venturoso de la
palabra.
Don CÉSAR DE ECHAGÜE, alias El Coyote, ya estaba bien cabreado con los indigenistas de su época, por embusteros e hipócritas |
Un servicio que hoy podemos, debemos hacer, a España, eludiendo el patrioterismo oportunista de algunos, es defender nuestros valores, los hitos brillantes de nuestra Historia y, sobre todo, combatir y repudiar la mezquina hispanofobia tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, ahora que estamos tan hypersensibilizados con cuestiones de ese tipo. Porque nos solapa como personas; nos reduce a clichés de la Leyenda Negra.
…complicada labor en esta “nueva” Sociedad española del yolandismo pablomita que quiere prohibir la palabra “España” (por producirles yagas en la boca, al loro), o que los niños vistan falda…