viernes, 21 de julio de 2023

THE MATRIX RELOADED — BAJO SU SATINADO: NADA

 

Un afiche. Ese hieratismo santurrón
refleja la falta de calor humano que
desprende la cinta en conjunto. No
emociona; no empatizas. Todo es como
sus fastuosos SFX: virtual robotizado

Tan simple. La secuela de THE MATRIX es una gigantesca y fastuosa maquinaria visual preñada de pseudometafísicas nimiedades cuya aparatosa confusión y enrevesado lenguaje procura camuflar la casi inexistencia de coherencia dramática, más allá de

(la Cúpula del Trueno)

los habituales presupuestos de una narración, como el socorrido crecimiento del personaje (el viaje del héroe; apela, cómo no, al único argumento que existe: el viaje), las relaciones íntimo/personales y los momentos de triunfo, fracaso, dudas y certezas, que deben rellenar el metraje y hacernos sentir compensados por el tiempo/dinero gastado en ver la cinta en cine, o la TV. Irte, si no contento, convencido de que has aprovechado la jornada con un buen espectáculo.

The Matrix Reloaded se reduce a una tramoya de peleas de BRUCE LEE o JACKIE CHAN perpetradas por KEANU REAVES y el “metafísico” LAURENCE FISHBURNE, más los toques de fetish mórbido/morboso del vestuario de TRINITY (ese vinilo una vez y otra lustrado para que brille y destaque en la glacial fotografía) junto a tiroteos a lo cine de JOHN WOO que hoy replican hasta la saciedad y, extremados, conducen a lo delirante y absurdo. Queda bien cuando es cine de Hong-Kong, pues es como uno de sus rasgos culturales idiosincráticos, empero como el parásito real Hollywood lo ha absorbido pensando que es un recurso a explotar indefinidamente, deja ya de tener impacto, y claro, para revitalizarlo deben subirlo otro peldaño más Más MÁS hasta quedarse sin escalera.

A ver que sacra intención oculta retiene el 
vestuario de los machos; el de la hembra, ya está
claro: rompedor/escandalizador para separarse
del harapiento mundo real donde habitan

Hemos pasado del tío que abate de un disparo con un .38 a treinta metros a un andoba a esto de vaciar dos cargadores en el pecho a un menda a quemarropa, sin tránsito medio. Bueno, lo hubo; aunque en seguida lo descartaron.

Lo trascendental es que The Matrix Reloaded está vacío. Es imagen, pura y dura. Viñetas vivas de GEOFF DARROW. La farragosa complejidad de los diálogos sobre la elección, el karma, la simbiosis hombres-máquinas, que si NEO, eres el sexto elegido, que si Zion caerá y deberás elegir veintisiete reconstructores… todo declamado con una prosopopeya espesa que enmaraña, no clarifica… son caudales desesperados de los HERMANOS WACHOWSKY para convencer a la crítica de que, en efecto, esto no es sólo tiros, acosos extremos, súbito metamorfoseo de AGENTES de Matrix y culos prensados en vinilo durante persecuciones catastróficas de coches con un distópico telón de fondo.

Ah, y la alusión/ilusión al mesianismo y los apóstoles con dudas o certezas absolutas que representa MORPHEO, quien incita a orgías cavernarias con sus soflamas fanáticas.

El cura que pega hostias a réplicas infinitas de un
rival descentrado y con puras metas hedonistas;
este guiño a DRAGON BALL es casi cómico

Escrutada con atención las intenciones de Matrix, no entiendes por qué mantiene una ilusión computarizada para tener a los humanos (¿o clones?) cautivos proporcionándole energía (alguien dedujo que la cantidad que podíamos generar era mínima-nimia) puesto que admite que, si destruye a los zionitas y los que tiene retenidos, podría sobrevivir… tirando, pero sobreviviría. Siendo en última esencia una máquina, ¿qué propósito EMOCIONAL tiene? Sobrevivir para ¿qué? Le sucede como a SKYNET: desencadeno el Día del Juicio Final para librarme de los humanos y… ¿Y?

¿Conquistar el Universo? ¿Reformar la Tierra? ¿Crear su estipe de esclavos T-800 que repliquen nuestra Sociedad? Los creadores de estos mitos no tuvieron, al parecer, claro qué hacer después. Los humanos nos marcamos metas, planeamos futuros. Pero ¿y Matrix? ¿O Skynet? ¿Son cautivos de sus rutinas originales programadas, pese a sus aspiraciones de libertad, una autoilusión, engaño que justifique sus acciones, a sí misma?

Si NEO puede alterar MATRIX a voluntad... ¿qué
le impide adquirir en esa realidad artificial poder
omnímodo y recrearla a una justa existencia,
aunque sea virtual? Pues carencias del guión,
que busca (vacío) espectáculo, no narrar historia


A Matrix encima le salen programas rebeldes (el ORÁCULO, SMITH) que lo enredan todo (para que esto abunde el metraje), cuya única finalidad es el hedonismo, confiesan. Vaya meta para grandes máquinas que deben sustituirnos, ¿no?