La leyenda urbana lo prometía desde el
estreno de TERMINATOR 2: el siguiente proyecto que aunaría a JAMES
CAMERON y ARNOLD SCHWARZENEGGER sería Spider-Man.
Arnold encarnaría al DR. OCTOPUS, mientras que para PETER PARKER creo señalaron
a MICHAEL BIEHN.
El proyecto jamás maduró debido a la
exigencia de cien millone$ de dólare$ de Cameron para rodarlo. Quería hacerlo
tan majestuoso como digno, épico, como fuese posible. Que colmase el ansia
estadounidense, pública o privada, de tener su propia mitología, de cuño nuevo y
lista para eternizarse, capaz de rivalizar/superar la mitología clásica europea.
¡Empresa propia del pujante Nuevo Mundo!
Cameron afirman es hombre de carácter
complicado, y eso pudiera haber entorpecido financiar el proyecto. Le dirían: Jim,
cien millone$, no; aunque la mitad… ¿qué me dices? Los mandaría al carajo
insistiendo en la necesidad de opulencia económica del proyecto para dejar eterna
impronta en los anales eternos.
Hollywood nunca duerme, ni los proyectos
desaparecen; se instalan en un limbo donde pronto puedan atraparlos (o caducan
las licencias: de ahí ese inefable aborto de LOS 4 FANTÁSTICOS con ANTORCHA
HUMANA negro). Los directivos nipones de Columbia rescataron la idea
(intuyendo beneficio) escogiendo a Sam Raimi para dirigirlo. ¿Motivo? Raimi puede
hacer con un presupuesto ajustado películas que parecen de cien millones.
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| Algo que llama la atención de este SPIDER-MAN es la desesperación que muestra a su vez ASH WILLIAMS en las POSESIONES INERNALES |
Así, logró dar lujoso lustre a un
presupuesto limitado por las suspicacias a que, pese a su popularidad, Spider-Man
fuese pinchase en taquilla, y aquí estamos para ganar dinero$ a mansalva. No
derrocharlo. Y en la memoria estaba fresco el recuerdo de los televisivos Spider-Man
del tío con el chandal pintado a rayas “de araña”.
La comparación sería inevitable. Raimi
tenía por delante grandes obstáculos, por tanto: borrar del colectivo la
cutrería del pasado, simular una cinta de cien millone$, generar expectativas
de suculentas secuelas. Sobresaliente superó los retos, lo cual demuestra la indiscutible
valía del realizador que salió de la POSESIÓN INFERNAL hecha con cuatro
duros para dejar llamativa impronta. Y sin sacrificar su característico estilo
de viñeta. Su conocimiento del medio le benefició.
Raimi es paradigma de que el talento es fundamental
en todo y que funciona con grandes o con pequeños recursos. El talento demuestra
la valía, no el dinero. El dinero ayuda, ¡sin duda! Lubrica cosas y posiciona
mejor. Empero si tuvieras malas cartas, debes farolear de lo lindo, y es cuando
el talento suple carencias. Admiran más tu triunfo. Si no tienes talento, sólo engreídos
aspavientos de ‘cineasta elitista’, pese al ca$h harás una costosa mierda pretenciosa.
Y en el Arte, a toda escala, abundan los pretenciosos con proyectillos que con
su huera jactancia impotente suplen su falta de talento. El dinero ayuda
entonces a comprar reseñas que disimulen tu incapacidad, a todo nivel.
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| Si prestáis atención, podréis ver esta máscara salir en EL EJÉRCITO DE LAS TINIEBLAS |
Aunque TOBEY MAGUIRE consigue hacer un
(desesperado) Peter Parker competente, abrumado por la adolescencia, las
novietas que incendian pasiones y dudas, el instituto plagado de matones, el perpetuo
remordimiento por la muerte del TÍO BEN, el nuevo Universo que supone ser un
superhéroe proscrito que salva vidas, no sé si era la imagen física del Parker inmortalizado
por STEVE DITKO: un escuálido joven judío nuncanada aunque buena persona, notable
estudiante aplicado, al que mangonean por ser pobre.
Este es un Spider-Man
de otra Faceta, vale. Distinto a la DitkoImagen Cero. Pero a los añejos
lectores no nos encaja. La Imagen Cero es perpetua. He pensado en un actor que
encajase con la estampa. ¿El sadomaso JAMES DEAN habría sido perfecto de
haberse filmado un Spider-Man durante Década 50? Pienso que sí. Le
habría obligado a ser actor. Porque, como actúa en GIGANTE…
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| Porque sale SAM RAIMI. Lo merece, el hombre |
El limitado presupuesto obligó a buscar un adecuado
rival que diese también el pego. WILLEM
DAFOE como EL DUENDE VERDE cumple el objetivo, allanando el camino a un
sentimentaloide OTTO OCTAVIUS que al final no fue Arnold S.
¿JAMES FRANCO hubiese sigo mejor Peter Parker, que Maguire? Tiene la planta, creo…



