jueves, 4 de diciembre de 2025

SHOOT´EM UP — CRÍTICA EXAGERACIÓN SIN LÍMITE

 

Afiches de tantos disponibles. La
historia del misterioso MR. SMITH
pudo ser o no así. Es de lo poco
sólido que tiene esta desenfadada
cinta de acción

No es la primera reseña en que denuncio el daño que el cine de acción de Hong-Kong (en concreto, de JOHN WOO, por refinado que sea comparado con otros realizadores de por allá) ha hecho a nuestro cine de acción; el nuestro tenía sus propias señas de identidad (a voleo: SERGIO LEONE, SAM PECKINPAH, JAMES CAMERON…) y se defendía muy bien. Más aún: eran modelos en que se inspiraban Woo y sus calenturientos compatriotas del Lejano Levante.

Salvo que tensaron aún más la cuerda, haciendo del más difícil todavía suerte de arte bastardo. Si el tiroteo al final de GRUPO SALVAJE rompía concretos previos moldes (pensemos en los westerns de JOHN WAYNE, donde el Cowboy Eterno no estaba para según qué peripecias —o ese blandurrio de JAMES STEWARD—) de los tiroteos y la violencia visual, trazando la línea un poco más allá

(de la Cúpula del Trueno)

los febriles asiáticos estimaron que ¿a qué parar ahí? No inventamos una historia donde de modo excepcional hombres atrapados en una excepcional historia de la frontera acometen una gesta digna de la mitología de los logros épicos, sino que creamos una especie de superhombre ultraviolento inasequible al agotamiento, el dolor y la miseria que acometa irracionales acrobacias y nos convenza de que son creíbles. Sin serlo.

Muy atractivo e importante
personaje que luego queda
arrinconado y casi diluido.
Algo al final repunta

Como revolucionario espectáculo visual nos impresiona al principio. Y por su rompedora apariencia de frescura, hasta mirar con cierto desdén a Grupo Salvaje o TRAICIÓN SIN LÍMITE (tan deudora ésta de la primera); incluso su desbordada fantasía acrobática crea seguidores… y lo peor: escuela.

Una vez superas la impresión original, ves que las irreales escenas de acción y tiroteos sin límite arropan absurdos y argumentos fantasmales. Aunque podemos aceptar a Woo como el Primigenio Promotor, sus “acólitos” ya daban un adulterado producto inferior, por mucho CHOW-YUN FAT que encabezase el elenco. Y no digo ya cuando le dio a JEAN CLAUDE VAN DAMME por hacer películas de ese corte.

(En la reveladora JCVD el actor mismo reconoce que eran una mierda…, de otro modo.)

La contaminación empero ha traspasado fronteras y regidores Occidentales imitan la imitación, o sea: crean una defectuosa copia aún más pésima suponiendo que, si quieren obtener el pláceme del público, deben rodar el más Más MÁS increíble todavía. Lo cual no crea un espectáculo, sino el irracional al cubo. Irrealidad inexcusable. El cine de Hong-Kong introduce además el sadismo como recurso aceptable. Para matar a un hombre le encajan quince Parabellums, además con regodeo. En Occidente, dos o tres… antes. Ahora, dos o tres cargadores.

HERTZ, el perseguir malo. Uno
de los defectos de esta cinta es que
este tío y sus cuadrillas de asesinos
aparecen doquiera sea sin que la
explicación (si la hay) convenza,
como el que justifica la película

No obstante, MICHAEL DAVIS, aunque hace bailar indescriptibles tangos a su inefable MR. SMITH mientras mata chorros de asesinos a sueldo capitaneados por el sardónico HERTZ, en realidad no parece copie las ‘estrategias’ visuales de Hong-Kong para dar harto relieve a su película, cuyo argumento es esquelético. Porque no se aguanta de ninguna forma el pretexto por el cual el casi quasiindigente Smith (y su neumática amiga hetaira) se mete en este jaleo. Es excusa de endeble soporte para que Smith haga eso: mate sin tasa y en pleno planeo, imitando a lo más sobrado de BOND, JAMES BOND.

Sospecho Davis estaba criticando, utilizándolas, las ‘estrategias’ visuales de Hong-Kong y a sus imitadores a ambos lados del Paralelo que usted prefiera de forma muy sutil. Lo delata en la fábrica de armas, cuando congela durante un instante la imagen y vemos suspendido en el aire a CLIVE OWEN dispuesto a masacrar. Sólo le falta hacernos un guiño de complicidad antes de caer al suelo y ametrallar. Lo hubiera bordado.

Es en cómo para la imagen y encuadra donde adviertes que esto es una explosiva crítica paródica llena de tics absurdos con un cine descontrolado donde el argumento carece de importancia. Sólo disparar cuenta.

Una "herencia" inesperada: ese bebé. Algo de
LOBO SOLITARIO tiene este filme