domingo, 27 de mayo de 2012

CATWOMAN – UNA FRIVOLIDAD

Con esta imagen de la BENDITA
BIANCA BEAUCHAMP (¡aclamad
a la diosa!) inicio mi alegato
Siendo inminente el estreno del tercer BATMAN resurgido de las cenizas del holocausto en que JOEL SCHUMACHER, con la aquiescencia de WARNER BROS., consumió al CABALLERO OSCURO, y estando hoy de humor ligeramente travieso, me animo a hacer este comentario confiando obtener vuestra aprobación.
Batman, sabemos quienes conocemos al personaje lo suficiente, no está muy bien de la olla (mayúsculo misterio —equivalente al de la Santísima Trinidad— que recientemente desvelaron en un libro), y además su imagen lo hace víctima ideal para quienes quieran darle ciertos “enfoques” a su persona, aspectos que lindan los barrios menos recomendables de la naturaleza humana, con callejuelas que conducen a la sospecha de que disfruta con algunas escabrosas parafilias. Creo que Batman, como ningún otro superhéroe, ha tenido que cargar con sanbenitos tan aviesos como la pedofilia y la homosexualidad, lacras que le endosa el listillo de turno cuando tiene mal día. (Esto te pasa por llevar chavalines al combate disfrazados de colegialas, BRUCE WAYNE.)
Para compararla con esta de ANNE
HATHAWAY en 'traje de faena'. ¿Cuál
es más incitante?
Y entre los desvíos que su conducta pudiera tomar está Catwoman, villana que ha ido adquiriendo sucesivos ‘mantos’ de creciente peligrosidad. Desde su origen de ladrona “de guante negro” a la dominatrix que FRANK MILLER decidió que era en Batman, AÑO UNO, otros autores han explotado esa faceta (¿por qué será?) procurando darle, si no un aspecto tan descarnado, sí lo suficientemente ambiguo como para que, cuando pasea por ahí armada con un látigo, éste sugiera una intención de uso diferente a la de ser armamento complementario.
Y para este Batman reaparece la felina adversaria del SEÑOR DE LA NOCHE otrora interpretada por MICHELLE PFEIFER. Esta vez su ajustada ‘piel’ se la enfunda ANNE HATHAWAY, lo cual, para vuestro rijoso Scriptor, es elección francamente desacertada.
Así es, linda, no han tenido ninguna
vista al elegir a la actriz...
¡Sagrada Bastet!, ¿habéis visto a la BENDITA BIANCA BEAUCHAMP de Catwoman? ¿En qué estaban pensando en Hollywood? ¿Dónde tienen los ojos? ¡Ella debería ser Catwoman, no la Hathaway! Como ninguna otra, y merced al sinuoso trazado de su figura, remarcada por el ajustado lacado negro que la recubre, ¡confirma lo apropiado de su elección! Pero, no, otra vez esos listos hacen lo opuesto a lo correcto, y eligen una actriz raquítica para un papel que la Bendita Bianca ya borda de forma espectacular. Se anticipa que esta entrega de Batman arrastrará a la suficiente cantidad de gente como para compensar su fuerte inversión, pero seguro que, de haber contado con Bianca, habrían ¡arrasado! Muchos señores (o señoritas, que de todo hay en la viña del Señor) quedarían hipnóticamente extasiados admirando (venerando, fantaseando, jadeando) LA VISIÓN fulgurar en pantalla, preguntándose si es real, si mujeres así existen DE VERDAD, y dónde puede uno (o, en su caso, una) conocerlas…
Vuestro Scriptor.


Y, de acuerdo, que no parezca morbosa lujuria, ¿cuál de
las dos tiene una expresión más agraciada y encantadora?