domingo, 19 de noviembre de 2017

HIGHLANDER II — LOS OLVIDADOS

Eso, CHRISTOPHER LAMBERT, mira a lo
alto; encomiéndate al Altísimo, porque de
ésta no te recuperaste
Debo ser honesto admitiendo que apenas recuerdo mucho de esta fallida secuela. He hecho esfuerzos por olvidarla. Creo que sustituiré las lagunas que pueda demostrar al respecto con la anécdota del día del estreno. Tampoco es grandiosa; no pasó nada. Pero tengo que completar la reseña con algo más que un par de líneas afirmando que ¡vaya mierda de película!, ¡qué generosa decepción!, ¡esta es la tumba de RUSSEL MULCAHY!

Atrapado por la brillante e imaginativa puesta en escena del primer LOS INMORTALES, era obligado estar de los primeros el estreno (¡nada menos!) ante la taquilla para ser de esos freakies que, en el futuro, afirmasen ufanos YO ESTABA ALLÍ EL DÍA DEL ESTRENO, ¡SUPERAD ESO!, manifestando ese inefable orgullo que los personajes de THE BIG BANG THEORY exponen por sus videojuegos, cómics, filmes, juegos de rol.

Cuando eres freakie, eso cuenta. Un wevo. Los del fútbol: no nos señaléis con ese grosero dedo despectivo porque vosotros sois también esclavos de este apasionamiento. Sólo que, al ser “el deporte rey” (para ser rey, ¡cuántos republicanos lo siguen, oigan!), prima otro sentimiento de “madurez”. (Aunque considerando que el deporte rey lo practican jóvenes atléticos en ropa interior, ¿seguro que no late otro deseo bajo este seguimiento al fútbol?)

Ya aquì empecé a preguntarme qué estaba viendo,
que lo único inmortal sería el rechazo a esta película
Ocupamos las butacas, empieza la proyección… las revistas ¡exaltaban! el metraje, mas nos preguntábamos qué habían visto esos críticos para dispensar aquellos ditirambos a una producción floja, caótica, con montaje insulso y trama carente de sentido y magia.

Mientras que la precuela rezumaba una suerte de elevado misticismo que no necesitaba explicación (como la Fuerza), aquí hablaban de alianzas rebeldes, planetas remotos, punkies siderales estilo Heavy Metal surcando un tenebroso decorado propio de BRAZIL y duelos a espadas faltos de la energía de la primera parte. MICHAEL IRONSIDE intentó emular desesperadamente los peores momentos de EL KURGAN, estrellando un tren a toda velocidad para demostrar que era un inmortal lleno de despropósitos, no del bárbaro empuje básico/codicioso de su predecesor.

Los desmanes se disparan y disparatan. El melenas pregunta
a Lambert si superará la audición para 
FURY ROAD
‘Resucitar’ a SEAN CONNERY debió avisarnos de qué pésimo era el producto. La química entre maestro y padawan de la primera debía recuperarse COMO FUERA, porque esto NO FUNCIONA, señores, ¡NO FUNCIONA!, que hemos alquilado un set de DUNE procurando darle empaque a una historia fabricada a pellizcos. Es desafortunado regreso el del español RAMÍREZ (por una vez entre los anglos, ¡somos los buenos!), pues suma su triste re-aparición al resto de desmanes de estos Los Inmortales II, distopía totalitaria tenebrosa pero no por eso menos manida.

Le veo empero un detalle… positivo: la hecatombe climática que fuerza a proteger la Tierra con un aura de energía que la escude de los abrasadores rayos ultraV, al haber desaparecido la capa de ozono. Por entonces, el hallazgo era novedoso (los agujeros en la capa de ozono de la Antártida), y pensaron que sus peores extremos servirían de válido argumento para cautivar nuestro interés, justificando la existencia de otra secuela que tampoco merecía desarrollo.

SEAN CONNERY fingiendo que actúa según busca la salida
a esta pésima película. No sé cómo me he dejado embaucar.
¿Estará por allí la puerta para escapar?
No siendo no obstante propuesta original, ha habido mucho cine “de catástrofes”, que apelen a una calamidad climática ya muestra primitivo indicio de la “nueva conciencia naturalista” que, al menos como motor económico, el cine estaba cobrando. Inauguraba esta película una estela de desastres naturales (erupciones, tornados, meteoros gigantes) característicos del cine de Década 90. De pronto, las despreciadas denuncias de los melenudos ecologistas dejaban de ser paridas hippies para convertirse en la actual palpitante preocupación que tiene instalado en ON el conmutador del Cambio Cli. Es, visto así, la primera producción que tiene presente dicho cambio como aviso de lo que se avecina. Quizás esto… No, esto es sólo anecdótico. No revaloriza la película. (Y aun así, conviene reconocer que la aún más olvidada tercera parte ¡es peor que ésta! -Y, ni citar quiero, la serie de TV y demás aberraciones realizadas al amparo de Los Inmortales. ¡Vaya modo de reventar una licencia!-.)