Afiche de un filme que, para nada, quería recordar existieran los títulos III y IV |
Tras el amplio paréntesis surgido del
nefasto Superman IV, como un poderoso
esfuerzo por hacernos olvidar todo cuanto fue deteriorándose título tras
título, BRYAN SINGER filma un elegante regreso del ÚLTIMO HIJO DE KRYPTON, con
justo ritmo pausado, pero lleno de momentos electrizantes, y sobre todo,
respetuoso con la imagen del llamado “más viejo boy scout del ancho mundo”.
Esta excelente película, de factura casi
impecable (fallos tendrá, como todo, porque es obra humana y distamos de la
perfección), empero ha recibido bastante vapuleo, aunque ignoro el motivo. Causas:
el prota era un soseras, Superman no mata, no recaudó lo debido (quedó a un
millón del coste de producción el día de su estreno, cuidado)… mil chuminadas y
sandeces varias que inspiran la idea de la injusta veleidad de opinión de un freakismo fanático incapaz de decidir
qué quiere pero con tiránico criterio impositivo.
Las nuevas de SPIDER-MAN (la de HOME COMING no la he visto; me refiero a
las otras) son entre malas y deficientes. SUICIDE
SQUAD es mala, producto para lucimiento de WILL SMITH. ¿Superman Returns penosa? Fatal vais, freakies.
El envidioso supremo regresa a un lugar que no le es nada desconocido. Este SUPERMAN RETURNS estaba pensado para ser el primer título de una saga que iba a más. Frustraron esa intención |
Comparadla con las anteriores, las que violaron
los SALKIND sin compasión queriendo hacer una burda comedia de un personaje amable
y quizás bastante ingenuo que no obstante se vuelca por ayudarnos en nuestros duros
días-a-días, transformándolo en un bufón superpoderoso al que le colocaron una
histérica bulímica egoísta de novia y una colección de memos como lastre de la
acción. Entonces, Superman Returns remonta
por encima de muchas otras (empezando por esas de los Salkind) que obtienen estimación
sobrevalorada de ese público veleta.
Su protagonista acomete dura tarea:
hacernos olvidar (imposible) al malogrado CHRISTOPHER REEVE. Era su presencia
la que dignificaba todas las mierdas que habían incrustado en guiones inefables
que no merecían ni siquiera ser valorados por la Warner. Singer extiende respetuoso un manto de agradable continuidad
con aquél Superman del siglo XX con
el que emprendía vuelo en el XXI; cierto que recicla bastante material del
filmado, pero pretendiendo encadenar películas. Mas, sobre todo, impera el
respeto por la imagen de un icono gráfico que pocas veces recibe un trato justo.
La mujer que puede hacer sensible un corazón de acero. Un motivo más (o el motivo) para salvar el mundo día-a-día |
El freakismo
se volcó con MAN OF STEEL porque era
un Superman “moderno”: oscuro, a lo BATMAN
de CHRISTOPHER NOLAN, ‘complejo’, capaz de matar. Superpoderoso que no veas, de
acuerdo. El duelo final es impactante, probablemente de los mejores rodados con
criaturas con superfuerza. Pero Superman dona más: bondad, generosidad,
paciencia. Querer guiar, no liderar, pues KAL-EL comprende que el mando causa
soledad (bastante solo está ya) y enemistades. Le sobran, con todos los
envidiosos tarados (LEX LUTHOR en cabeza) que combate. ¿Puede ponerse a una
parte importante del amplio planeta en contra, que juzgará sus decisiones
arbitrarias, equivocadas, egoístas… antiamericanas incluso? Ya soportamos
demasiados políticos supremacistas mesiánicos/presidencialistas como para que,
encima, un ser quasi divino nos
controle o dicte la existencia.
Sin vacilar, perfectamente consciente de sus poderes, otra vez Superman acomete las enormes dificultades |
El HOMBRE DE ACERO sí está preparado para
esa tarea. Su ‘visión superior’ le dice qué nos conviene, qué no. Es sólo
cuestión de sacrificio y disciplina ajustarnos a sus normas. ¡Es por nuestro
bien! Ese Hombre de Acero es sujeto
poco de fiar, frío, distante, pese a que intenten convencernos que es el mismo Superman que encarnara Reeve. Los
patrones de bondad, paciencia e indulgencia que GLENN FORD le inculcara no son
los mismos que dispendia un escarpado KEVIN COSTNER, pese a pretenderlo.
Es lamentable que nuestra Sociedad prefiera
“al que puede matar” al que “puede educar”. Rompo esta lanza a favor de Superman Returns. Y deseo cunda el
ejemplo. Lo merece. Espero que, en breve, el tiempo la sitúe en preponderante
lugar.