viernes, 25 de julio de 2025

ALICE IN WONDERLAND — OR: ALICE IN WOKELAND

 

Afiche. Queda claro que reclamo
se utilizó para llenar las salas y
procurar rentabilizar una cinta
con "mensaje" mesiánico

Lo más indecente de una película breada por la crítica en su estreno, pese a su excelente recaudación, es el impostado a presión aire de adoctrinamiento femirulista que exhibe con descaro aun insultante. Buscando ser puro estandarte del WOKE, lo que pudre las entrañas de Disney y enterita ha corrompido la saga de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS.

No sé qué insultos pensaría LEWIS CARROLL si viera de qué manera han adulterado su improvisado cuento de verano, una ingeniosa historia llena de extravagantes parajes y personajes destinado a distraer a las hermanas LIDDLE, quienes se lo exigieron a bordo de la barca donde paseaban aquella tarde famosa. Contento seguro no estaría.

Vería la cándida chiquilla (victoriana) de ocho años que viviría todos los complejos, vicios y viciadas virtudes de su época transformada en una radical BOUDICA enfrentada a los rígidos e hipócritas convencionalismos de su almidonada Sociedad, que la exigía, como joven casadera, contraer nupcias con un petimetre empero bien asentado en dicha Sociedad para producir, cuan yegua de alto standing, pequeños súbditos británicos que perpetuasen eso del dominio de la Pérfida Albión sobre las olas y tal. Y ese es el crimen.

[Ya que estamos, reconocer el Imperialismo Limey ¡mola! Defender el Imperialismo Hispánico es de fachas. Gracias, progresistas españoles, por vuestro miope sectarismo.]

Una casadera ALICIA regresa a los pagos del
País de las Maravillas en un trance totalitario que
ya estaba presente en su primera incursión. Parece
se ha desbocado

Pero veamos la cinta, otra obra llamativa por la efervescente (y retorcida) imaginación de TIM BUTON, cuyo sigul de realización es tan inconfundible como el de SAM RAIMI. (Los directores actuales no tienen identidad, sólo presupuesto; se limitan a dejar a los de ILM hacer su labor y cobrar, aguantando a los productores, y esperar llegue el próximo encargo. Como es un anodino y uniforme conformista, que traga con lo que insten los productores, nunca le faltará el curro.)

Estoy convencido de que Burton llevaba años queriendo meter mano a Alicia; remozarla y oscurecerla en su Burtonverso llevándola un metro más allá de la

(Cúpula del Trueno)

Fotomontaje que parece perseguir
la remembranza de la película de
animación clásica, ¿verdad?

imagen concebida por TENNIEL o los animadores de Disney. Meter macabro humor negro (como cuando la REINA BLANCA hace la pócima que devolverá a Alicia a su estado normal, o la macrocefalia de la REINA ROJA –el libro no la describe monstruosa—) y activar una vistosa ingeniería visual que los modernos efectos por computadora realce todavía más para obtener elaborados momentos espectaculares y animar una panoplia de personajes difíciles (o imposibles) de mover con la tradicional stop-motion de WLLIS O´BRIEN, y celebrar que cuenta con otro ‘malévolo’ hito de su carrera.

Aunque no he leído A TRAVÉS DEL ESPEJO, algo me sugiere que, referencias satíricas a políticos contemporáneos de Carroll, Alicia en ningún momento se postuló a heroína mesiánica esperada en un pergamino enrollado para librar al Submundo (¿Submundo el País de las Maravillas? ¿No una especie de realidad paralela?) un Gloricioso día de la tiranía decapitadora de la Reina Roja y su desgarbado pretendiente tuerto.

Seguro. En ese libro, Alicia fue el pretexto que usó Carroll para criticar políticas, políticos o modos sociales cuya rigidez o hipocresía le enervaran. No para empuñar una espada mágica y entablar combate fatal contra JABBERWOCKY y “traer el equilibrio” al peculiar reino “subterráneo”, donde el SOMBRERERO LOCO adquiere un protagonismo quizás excesivo, exagerado…, porque para eso es JOHNNY DEEP, ¿reclamo del filme?

Esto suena más a la DUQUESA del libro original
que a la desaforada REINA ROJA y su corte con
reminiscencias al mágico país de OZ (por los
monos lo digo)

Mas lo irritante es ese radicalismo, rendición, al pérfido WOKE que desvirtúa a la “tradicional” Alicia, y no vale alegar lo de “que los tiempos cambian”. La verdadera Alicia se adaptó y seguro aun defendió los principios victorianos en que creció/la criaron, pese a que tuviese un coraje personal intrínseco, cierto feminismo. Y vería avinagrada esta transformación que hacen del inestimable regalo que la hiciera Carroll. Enerva ver cómo el WOKE pervierte lo más divertido, inocente, fantástico, clásico, para imponer su represora doctrina fascista. Y en su loca carrera por vencer. como sea, la víctima atropellada esta vez fue Alicia.