viernes, 4 de abril de 2025

PLAYBACK — LAMENTABLE, INSULSA DESPEDIDA DELEZNABLE

 

Sobre esta edición se realiza
la reseña. Un lustro para
escribir este libro no es el mejor
aval, dada su baja calidad

La última aventura del renombrado private detective PHILIP MARLOWE es una fría obra insignificante destacable sólo por la carga de chamuscado cinismo que el veterano fisgón esparce durante todo el relato. Es el peor ejemplo que RAYMOND CHANDLER podía legar a la posteridad de su obra e investigador privado. Mucho va a costarme leer otro Marlowe, considerando esta novela y la nimiedad que cuenta, su total falta de garra.

En otras reseñas sobre obras noir he dejado claras mis preferencias sobre autores y qué me ha atraído de ellos. Campea JAMES ELLROY (¡aclamad al escritor!), aunque otros escritores siguen interesándome, al punto de comprar sus obras apenas las veo. Sé que no estarán al ciento por ciento en esa historia, o quizás pueden superarse. Tienen el beneficio de la duda que ciñe a Chandler. De otro modo, ni una más, SANTO TOMÁS.

EMPIEZA EL CALOR, por ejemplo, hacía una incisiva descripción de la miserable vida del guetto negro neoyorkino y el lumpen de la droga, el racismo automático y los vehementes personajes que protagonizan el relato. En cambio, este Playback no cuenta nada. Es inofensivo, banal. No deja “estilo” que atrape, interese leer a Chandler otra vez. Incluso nada justifica su “tecnológico” título, salvo su engañosa sonoridad. LEW ARCHER tiene más mala leche, viéndose implicado en jaleos más tremebundos que este pre-jubilado Marlowe, que decide aceptar una propuesta de matrimonio asustado por la descarnada soledad de su apartamento.

RAYMOND CHANDLER abriendo
el sobre que le trae otro cheque a
costa del esfuerzo de PHILIP
MARLOWE (cuya fama no veo
nada justificada. Es regularcillo,
comparado con otros fisgones a
sueldo)

La imagen clásica del private detective (que come chocolate y fuma en su terraza) es la del áspero sujeto de insolente lenguaje vestido con gabardina; a lo HUMPREY BOGART. Es como la de SHELOCK HOLMES y la estúpida gorra de caza. Holmes tendría un variado vestuario victoriano, como el que Archer, SAM SPADE o PARKER, cuelgan en sus roperos. Pues bien: este Marlowe de casi 1960 perpetúa esa imagen durante bastantes páginas. Le falta empero la labia, la frase-tajo, la observación que puede propinarle un puñetazo en los morros, enajenar al cabecilla-matón de los bajos fondos que Marlowe sondee. Cuanto más hace son varias cínicas greguerías, mas no lo mováis mucho, que el decano de los private detectives puede agotarse, darle hasta un infarto todavía.

¿Chandler traslada la idea de que Marlowe está más pensando en retirarse que otra cosa? Verdaderamente. Todo va a pausado en una historia de trama tan irrelevante como los personajes. Que tampoco contagian ningún estímulo, sea empatía o repulsión. Marlowe sólo moviliza su experiencia; va lento, desganado, indiferente con lo que pasa, y sólo se activa cuando olisquea opciones sexuales con las dos femmes fatales en la novela. Parece resbalarle saber por qué BETTY MAYFIELD huye, a la cual chantajea un embustero gigoló de pega.

Si este "todo Marlowe" sigue la
pauta de este PLAYBACK, es un
potente somnífero en papel

Más: cuando al fin descubrimos del motivo del acoso que sufre la fugitiva, adviertes que la escena está montada de tal forma que sugiere que Chandler, mientras tomaba café, se percatara de golpe que debía justificar como fuera la novela. Improvisó una coherente razón para que Marlowe se trasladara a Esmeralda y ganara los cuartos que le abonaba el altanero abogado que le contratara. ¡Sapristi! ¡Es verdad! Marlowe debe tener una criminal razón razonable/razonada, ¡o estaré vendiendo un manuscrito donde cuanto anoto es el cínico hastío de Marlowe con un puñado de cosas, reflexiones de un tío amargado, sin más condimento! Y ¿he tardado un lustro en escribir esto? Me comen vivo.

El resto es una conclusión crepuscular que desalienta leer el libro otra futura vez. Lo adquirí debido a la legendaria fama que tienen tanto autor como personaje. Y descubro que hasta un más añejo EL HALCÓN MALTÉS tiene más pegada que todo este Playback entero. Prevengo que leerlo es una pérdida de tiempo, aunque seguro daría motivo de postureo a cabezas huecas que van de culturetas sibaritas para atreverse a ¡encomiarlo! sin aportar argumento válido ninguno. Sólo… dar la pose de intelectual del género.