Cubierta del one shot donde destacan los elementos claves del relato gráfico |
Traigo al
recuerdo del lector esta obra bienintencionada, meliflua e insustancial, escrita
por JOE LINSNER (y cuanta idea aportara EVA HOPKINS, dibujante) donde lo más destacable
de ella es que, sin serlo completamente, es obra-puente entre la saga de Década
70 que desarrollaba sui géneris LA GUERRA
DE LOS MUNDOS de H.G.WELLS, y el valiente y abarrotado intento de ALAN DAVIS y MARK FARMER de relanzar
la licencia en 2002.
(La previa
adaptación-expansión es uno de los innumerables capítulos de marvelización que para MARVEL efectuó ROY THOMAS, escritor de
fantástico incapaz de fabular por sí nada. Algún día, un valiente deberá
hacerle ver esto a este señor. Vale que realizara buenas adaptaciones de los
cuentos de ROBERT E. HOWARD sobre CONAN.
Pero cuando “pilotaba” series “propias” —HULK,
SPIDER-MAN—, no las sacaba adelante
sin meter referencias a obras clásicas a tutiplén.)
Nuestro héroe, JONATHAN RAVEN, alias KILLRAVEN, tras brujulear por las ruinas, encuentra esto. Y ¿qué es? |
Original-original,
la “revisión” Linsner-Hopkins poco es; se limita a ser exploración del
contraste de caracteres y sociedades, suerte de choque, hasta generacional,
entre lo poético y lo pragmático. Aun así, contiene flecos significativos.
Mas, para situar
a los neófitos, destacaré del protagonista, Killraven (víctima de unos
guionistas poco inspirados —Linsner, uno más—), que es símil de ESPARTACO. Sólo
que la arena donde morituri te salutem
la dirigen marcianos que, en 2001, invadieron nuestro maltratado mundo. Este
detalle posee considerable importancia.
Killraven sale
“con las tripas llenas de odio hacia el invasor” a la carretera, una vez escapa
de la quinta donde lo adiestraron para la matanza, y se reúne con sujetos en su
misma condición de fugitivos-en-rebeldía. Transitan un planeta (bueno,
Norteamérica) conquistado por los marcianos, que lo han recreado como una
pesadilla feudal estilo LA ISLA DEL DR.
MOREAU. Killraven y CÍA. se enfrentaban a estas injurias de formas aun
estrambóticas, infligiendo a los conquistadores algún inconveniente ocasional,
más que clamorosas derrotas, que es lo que el pelirrojo bandolero desea, pero
nunca llega a efectuar. Todo son aspavientos, bravatas.
ALICE sale del criosueño pensando que el mundo estaría arreglado. Pero... |
En Marvel pensaron que Killraven (y troupe) podía ser una especie de GRAN
EMANCIPADOR que, en plan A-TEAM,
rescatara damiselas de dragones mutados, retratando el paisaje “social” fruto
del devastador cataclismo invasor... ‘eco’ de las convulsiones sociohistóricas
que vivían entonces los autores. Esta económica fuerza de combate, con confuso
programa de acción, y ningún plan que condujese a la victoria, brujuleaba por
ahí ignorando que Marvel nunca pretendió
hacerles vencedores, como demuestra la injustificadamente glorificada saga
escrita por DON MCGREGOR, con P. CRAIG RUSSELL al dibujo.
Transformaron
la serie del hosco gladiador “futurista”. Pasó de ser un modelo gráfico de
RAMBO (el de PRIMERA SANGRE, la
novela de DAVID MORRELL, de 1972), con su pinta de masoca fetish, a símil de BRAVEHEART
lírico. McGregor apiló en las planchas cantidad exorbitante de texto que, sin
embargo, no tenía más propósito que el deleite del autor por su arte. Antes,
era ¡caña! y ¡tralla!, con guiones más afortunados y orientados hacia lo que se
esperaba de Killraven. Con McGregor… Ni la ODISEA
tiene más poesía.
El contacto con los ideales pacifistas de Alice hacen brotar alas al duro Killraven. De haber contacto carnal, ¿qué habría pasado...? |
Aquél
Killraven adolecía de un punto de vista cargado de cinismo europeo (por poner, el
de GARTH ENNIS) y, sobre todo, de meta. Prometía: “¡Llevaré la guerra a Marte!” (tras
liberar la Tierra), pero nasty de plasty, tío. Aquí seguía, con las aventuras estilo
EL HOMBRE DEL RIFLE o EL COCHE FANTÁSTICO: Killraven, pese a
sus soflamas, jamás reunió un ejército. Nunca contactó con la resistencia, de
haberla, para iniciar un contraataque prometedor. Y McGregor agotó nuestra
paciencia con sus recreaciones de LA FUGA
DE LOGAN y densos (y aburridos) cartuchos de textos bucólicos.
Linsner, en
este one shot, sigue esa estela (con
menos verborrea). Quizás porque sentía que debía pontificar en esa dirección,
hacer mayor la conexión entre sagas. También orea cuán destructivo/feroz es
Killraven, que está más por practicar la ovnitología
que la guerra, no obstante. Así, batallando en plan comando contra los
marcianos por la asolada Gran Manzana, encuentra una retroincreíble instalación
criogénica donde hibernan unos fumaos,
prófugos de Woodstock, que esperaban despertar en 2001. Confiaban fuese pura Era de Acuario dominada por el Flower Power. Aceptaron hacer este
“sacrificio” (dormir laaargos años) como protesta (al loro, ¡esta es buena!) contra
el belicismo de la ADMINISTRACIÓN NIXON. ´Nuff
said.
Contrastes artísticos. Todo arranca aquí, en la enésima marvelización de ROY THOMAS de algún famoso clásico |
De esta
colosal ocurrencia hippie sólo
sobrevive ALICE (que no atravesó el espejo, ni despertó en ningún país de las
maravillas, sino de puras pesadillas). Y se entumece de horror al comprobar que
el futuro es infinitamente peor que la beligerancia Nixon contra Vietnam. Y
este choque cultural es el que intenta explorar Linsner para beneficio Marvel, confrontando el áspero carácter
de Killraven, existencialista e individualista, con el buenista y pamplinas de Alice.
Bien: destaqué
que Killraven es “secuela” de La guerra de los mundos, mas Alice considera
aquél ataque de finales del siglo XIX invención de Wells, no evento real. Señalado
esto, Linsner se queda tan pancho. Veamos: ¿es creíble que si Marte hubiera
asaltado la Tierra en 1898, eso no hubiera dejado huella indeleble en nuestra
Historia? ¿No habría museos, monumentos, dedicados al suceso; se estudiaría la
debacle, sería diferente la Sociedad, se disfrutarían los impresionantes
avances tecnológicos legados por los marcianos, tras su derrota?
La visión de CRAIG RUSSELL del personaje: Ay, marcianos malos, que me vais a hacer una pupita... |
Linsner
(buen discípulo de la falta de coherencia que asiste a las colecciones Marvel) no lo valora, estima,
desarrolla, esboza, insinúa. En virtud al “pensamientos Linsner”, declarar que la
Segunda Guerra Mundial fue una ficción que SVEN HASSEL escribió para competir
con DOC SAVAGE puede ser una
afirmación absolutamente respetable.
Esta obra
no tiene más entidad que la de ser una curiosidad caprichosa, eslabón entre
sagas editadas. Y tenerla por completar colecciones. Su meollo reposa en la fricción
de personalidades antagónicas de sus protagonistas, afincados en una azotea una
noche de Beltaine, y en la cual Killraven adopta posturitas bélicas y lanza fanfarronadas.
Pero asume una condición tipo PEQUEÑO
BUDA para transmitir su “revelación mesiánica” a un mundo barrenado por
virulentos invasores y que, si quiere salvarse, necesita más a JOHN WAYNE que a
iluminados beatíficos como él.
Y la viril, ruda y masiva imagen de ALAN DAVIS, que supo estar a la altura |
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/
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