viernes, 10 de febrero de 2023

ATOR EL PODEROSO — I*N*E*F*A*B*L*E

 

Afiche, lo auténtico poderoso del
espectáculo. Hypercutrería que
se hace con cuatro perras, te harta
de reír y, no sé por qué, vuelves
a verla otro día la pasen en TV

El entendido (cosa de que me preciaré esta vez) enseguida detectará, debajo de tanta inenarrabilidad, referencias a películas como CONAN, EL BÁRBARO, EXCALIBUR, JASÓN Y LOS ARGONAUTAS y FURIA DE TITANES. Los tres anteriores títulos tienen su “versión literaria”, mas presumo que el regidor, guionista además, haya leído sus mitos. Conoce de los filmes a Jasón, a PERSEO, a ARTURO. Ya está.

Mas ahí yacen las referencias, sepultadas bajo la porquería. Sí, sí, Conan es también hito literario, aunque asumo que la intención del director (bajo pseudónimo anglo, carburo, por considerar así daba más glamour al trasto) es copiar el homenaje que filmara JOHN MILIUS. Esta es producción italiana de Década 80 de “sword againts sorcery” (entrecomillo porque, aunque salen espadas, poco lucen; un consomé de pollo tiene más hechicería que la vista aquí). Para los descendientes de los conquistadores del Tíber, Década 80, y el cine rodado en Estados Unidos o Australia, fue una bendición para su producción de sad copys, que quedan para nuestro escarnioso deleite. ¡Qué basuras!

Y aun así los tíos las rodaron sin ningún empaño y/o complejo. ¿Un MAD MAX? No uno: un porrón. ¿Un Conan? ¡Hágase un Ator y secuelas! ¿Un ESCAPE FROM NEW YORK? ¡Ahí están LOS GUERREROS DEL BRONX! ¡Hasta su RAMBO llegaron a clonar, pero a su increíble sui generis!

El malo y el tío que, por cimera, lleva una veleta.
Una obsesión idiota y congénita por las arañas,
de la cual constituye culto, entre unas ruinas
de aquellos tiempos hybóreos de ROY THOMAS

No sé si, en el país con forma de bota, estos filmes gozaron de resonante éxito, o qué. O si los veían como los demás: fantochadas muy mal dirigidas, peor interpretadas, con guiones espantosos y diálogos de guardería. Desde luego, son incomparables con las mejores de BUD SPENCER y TERENCE HILL, o los western-spaguettis de SERGIO LEONE. Sí, conforme: Leone copió el western. Tomó la idea, ojo, haciendo a continuación algo nuevo, pujante, de tal influente carisma, que impulsó al cine norteamericano a imitarle, quebrando la costrosa carcoma que cubría sus ficciones sobre cowboys y pistoleros, femme fatales de saloons y cándidas vestales de la frontera. ¿Debo poner ejemplos que justifiquen esta afirmación? Lo dudo.

Ator el poderoso, para quien no haya tenido el gusto de espeluznarse con sus chorradas, va de un “hijo de TOR” (creo ajeno a la tonante deidad nórdica) destinado a cargarse a un histriónico calvo muy maquillado y peor vestido obsesionado con las arañas. Es como el Papa del Culto a la Araña, que “supera” a la fe del Arcano (a saber qué es eso). THULSA DOOM se pirró por las sierpes, por adorar a SETH; el calvo, por las arañas.

ATOR no cambia de cara así lo maten o sea la
situación de violenta o dramática. Más inclusivos
en la cinta: un chino; abriendo sendero progre

Para frustrar sus tiránicos planes, un pelucas de tristes bigotes salva al recién nacido Ator (alusión al mito artúrico; o el de Jasón). Ator hereda la espada de Tor (que, para lo que vale, mejor se la hubieran ahorrado), emprende la esperpéntica imrama de rescatar a su esposa (con la cual creció, en calidad de hermana, y con la que estaba dispuesto a cometer incesto —pareciéndole lo más natural del mundo—). Al copiar Conan, empotran un émulo de VALERIA, codiciosa y mala actriz, a la que matan un puñado de gañanes con la estudiada pretensión de darnos pena y añadir peso dramático a una cinta que parece rodaron en Doñana, con sus correspondientes escenarios de papel de estraza.

Lo llamativo de una película protagonizada por un inexpresivo musculitos apenas comunicativo, es el desparpajo como perpetran el atentado al público y el Séptimo Arte. Si fuese comedia de bárbaros, ¡de puta madre magistral! Mas va por entero en serio. Los italianos, éstos cuando menos, ¿carecen de sentido del pudor, o el ridículo?

Ator y su armadura; el plato que encontró a mano;
al fondo, la VALERIA de este deslucido y barato

CONAN EL BÁRBARO

Imagino a un padre (italiano) llevando a su chaval a ver este infumable Conan. Hombre de criterio y buen gusto, contemplando las mal coreografiadas peleas, las actuaciones de amateurs y los escenarios de cartulina, con tales diálogos, ¿qué cuerpo se le quedó? ¿Le avergonzó ser compatriota de toda esta patulea? ¿Traumatizó al niño?