![]() |
| Hasta qué punto esta novela sea la auténtica génesis del cyberpunk, es de valorar. Podría disertarse |
Los autores más inteligentes emplean la
ciencia ficción para efectuar eficaces parábolas de denuncia de las dictaduras de
izquierdas. No es que las de derechas no tengan su miga, empero siendo la
vestal Izquierda la “moralmente superior”, no puede incurrir en tantas,
brutales y sucesivas VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS y represiones. Es
igual de REPUGNANTE cómo el populux “progresista” ‘comprende’ a esas
dictaduras, justificándolas incluso.
Esos autores emplean este formidable
vehículo por una sagaz razón estratégica: el general desprecio/desprestigio que
la ciencia ficción tiene entre la población (la toma por “pueriles ocurrencias
fantasiosas”). Eso le permite colar cualquier mensaje condenatorio desde una
realidad alternativa, espejo de su propia realidad.
Hasta FARENHEIT 451, que en
principio pareciera dirigida a criticar a una dictadura conservadora, en
realidad describe el insaciable afán de la izquierda por privar
la cultura al ciudadano al que oprime. Quemar libros le niega puntos alternativos
de vista. Bases críticas. La actual política educacional española: ¿no criminaliza,
desde sus sacrosantos postulados “progresistas”, cualquier escuela que no obedezca
sus normas? Los temarios: ¿no están despojados de cultura, sólo contienen
consignas WOKE?
Ya en materia, a falta de otro ejemplo mejor,
elegiré este:
¿Cuánto de los diarios de las estrellas
de IJON TICHY denunciaban al régimen soviético de forma parabólica? STANISLAW
LEM vivía bajo su férula, y seguro con frecuencia le asfixiaba el dogal
comunista.
(Por eso, cuando el sesgo del género se volvió izquierdista y Lem reclamó el
retorno al space-opera —grosso modo dicho—, más liberador, más
“para-parábolas”, le avasallaron. La ciencia ficción había cambiado; nombraron Facha
Supremo a HEINLEIN y decidieron que el género debía servir para ADOCTRINAR al aficionado.
—El cyberpunk se limita a decir qué malas son las Corporaciones, desde
un tan depresivo ambiente que hasta carece de etiqueta política. Hasta EL
FUGITIVO de STEPHEN KING asume que es monstruo imbatible; la rebelión, nada
más rabieta…—.)
H. G. WELLS empleó el género para denunciar
tanto al burgués imperialismo británico, inmovilista en las clases hasta que un
nuevo elemento social lo amenaza, o perturba (LA GUERRA DE LOS MUNDOS), como
para disparar contra su propia ideología fabianista (CUANDO EL DURMIENTE
DESPIERTA), donde alerta contra los demagógicos líderes populistas
(OSTROG), tendencia que reafirma en EL ALIMENTO DE LOS DIOSES (el
insidioso CATERHAM).
Una distopía antidictatorial que me
confunde es METRÓPOLIS. Su autora, nazi convencida que gozaba del favor
del FÜHRER, siendo de sus propagandistas más activas, en cambio en Metrópolis
“pide” la dignificación de la masa obrera (Hitler la ‘dignificó’ mandándola al
Frente Ruso, como STALIN eludió el Problema Judío dándoles un subfusil y enviándolos
a Stalingrado; que los alemanes hicieran la sucia tarea) oprimida por un
dictador tecnocrático cuyo perturbado hijo descubre la insalubridad social en
que vive el Estado-Máquina que su padre ha fundado. (Aunque sospecho que el
padre no era consciente de qué grado de opresión había alcanzado su Estado. Abismado
en sus Profundos Proyectos Universales, pues…)
![]() |
| La fama de H. G. WELLS de visionario la justifica esta obra; señala el advenimiento del populista que se apoya en el sufriente proletariado para colmar sus regias ambiciones personales |
Inmersos ya en la Propaganda
antidictatorial (de izquierdas, siempre más jugosa que el burdo mamotreto anticonservador,
compuesto de pueriles clichés adulterados, pues proporciona más reflexivos elementos
de denuncia), es inevitable referirse a NOSOTROS o 1984, sin
olvidar REBELIÓN EN LA GRANJA. No sé qué vería GEORGE ORWELL en nuestra
Guerra Civil que le hizo revolverse contra los que estaban pagándole el sueldo
en el Daily Worker. Pero las suyas son las obras capitales a la hora de
señalar el peligro inmanente e inminente de las dictaduras
“progresistas”, que todavía tienen el descaro
de llamarse “democráticas”.
(Para que luego critiquéis la “democracia orgánica” del franquismo, espabilados
lamebotas.)
La tendencia social “progresista” desarrollada
durante la guerra de Vietnam hace que la ‘conciencia’ del autor de ciencia
ficción también “evolucione” (STAR TREK, puro comunismo ecologreta).
Aunque señalo una nota disonante: la que GEORGE LUCAS introduce en la Doble
Santa Trilogía. Cierto: los Episodios Clásicos describen una ominosa dictadura con
trazas conservadoras. Mas en los Episodios I a III da la vuelta a ese concepto.
¿No es PALPATINE un sutil populista
que enseguida dinamita los principales pilares de la República Galáctica so
pretexto de la Guerra Clon? El detalle está en eso: el método, más que el
fin. Envuelve un elemento esotérico los tejemanejes de Palpatine (el Reverso
Tenebroso y demás), mas interesa observar cómo Palpatine aferra el poder: mediante
demagógicas técnicas populistas propias de la izquierda. Porque la demagogia de
la derecha es grosera, pobre, de rápido desmontaje. Pero, la otra… ¡cuán
elaborada está, cómo zombifica al populux!
![]() |
| El Presidente PEDRO SÁNCHEZ, digo, el EMPERADOR PALPATINE como último y refinado eslabón de la cadena del persuasivo demagogo populista |
FRITZ LEIBER inició su crítica antidictaduras
contra una sociedad conservadora en UN FANTASMA RECORRE TEXAS, aunque
enseguida reveló que su auténtica intención era despellejar con fino garbo humorístico
a los “libertadores de izquierdas”, revolucionarios que, al primer síntomas de
peligro, escapan como ratas; abandonan a los oprimidos que “tanto les preocupan”
a la represión.
Recapitulando: la general aversión del común por la ciencia ficción impide vea cuán eficiente herramienta de augurio y catarsis de los sistemas sociopolíticos opresivos es; los hay ladinos, como el de ROLLERBALL, o brutales, como el IngSoc. Mas lo fundamental es el mensaje que trasladan. Suma a eso que el género padece el Síndrome de CASANDRA, y por acertadas que sean sus predicciones (y están siéndolo pavorosas), las despreciarán. Hasta que toque lamentarse.



