viernes, 4 de abril de 2025

PLAYBACK — LAMENTABLE, INSULSA DESPEDIDA DELEZNABLE

 

Sobre esta edición se realiza
la reseña. Un lustro para
escribir este libro no es el mejor
aval, dada su baja calidad

La última aventura del renombrado private detective PHILIP MARLOWE es una fría obra insignificante destacable sólo por la carga de chamuscado cinismo que el veterano fisgón esparce durante todo el relato. Es el peor ejemplo que RAYMOND CHANDLER podía legar a la posteridad de su obra e investigador privado. Mucho va a costarme leer otro Marlowe, considerando esta novela y la nimiedad que cuenta, su total falta de garra.

En otras reseñas sobre obras noir he dejado claras mis preferencias sobre autores y qué me ha atraído de ellos. Campea JAMES ELLROY (¡aclamad al escritor!), aunque otros escritores siguen interesándome, al punto de comprar sus obras apenas las veo. Sé que no estarán al ciento por ciento en esa historia, o quizás pueden superarse. Tienen el beneficio de la duda que ciñe a Chandler. De otro modo, ni una más, SANTO TOMÁS.

EMPIEZA EL CALOR, por ejemplo, hacía una incisiva descripción de la miserable vida del guetto negro neoyorkino y el lumpen de la droga, el racismo automático y los vehementes personajes que protagonizan el relato. En cambio, este Playback no cuenta nada. Es inofensivo, banal. No deja “estilo” que atrape, interese leer a Chandler otra vez. Incluso nada justifica su “tecnológico” título, salvo su engañosa sonoridad. LEW ARCHER tiene más mala leche, viéndose implicado en jaleos más tremebundos que este pre-jubilado Marlowe, que decide aceptar una propuesta de matrimonio asustado por la descarnada soledad de su apartamento.

RAYMOND CHANDLER abriendo
el sobre que le trae otro cheque a
costa del esfuerzo de PHILIP
MARLOWE (cuya fama no veo
nada justificada. Es regularcillo,
comparado con otros fisgones a
sueldo)

La imagen clásica del private detective (que come chocolate y fuma en su terraza) es la del áspero sujeto de insolente lenguaje vestido con gabardina; a lo HUMPREY BOGART. Es como la de SHELOCK HOLMES y la estúpida gorra de caza. Holmes tendría un variado vestuario victoriano, como el que Archer, SAM SPADE o PARKER, cuelgan en sus roperos. Pues bien: este Marlowe de casi 1960 perpetúa esa imagen durante bastantes páginas. Le falta empero la labia, la frase-tajo, la observación que puede propinarle un puñetazo en los morros, enajenar al cabecilla-matón de los bajos fondos que Marlowe sondee. Cuanto más hace son varias cínicas greguerías, mas no lo mováis mucho, que el decano de los private detectives puede agotarse, darle hasta un infarto todavía.

¿Chandler traslada la idea de que Marlowe está más pensando en retirarse que otra cosa? Verdaderamente. Todo va a pausado en una historia de trama tan irrelevante como los personajes. Que tampoco contagian ningún estímulo, sea empatía o repulsión. Marlowe sólo moviliza su experiencia; va lento, desganado, indiferente con lo que pasa, y sólo se activa cuando olisquea opciones sexuales con las dos femmes fatales en la novela. Parece resbalarle saber por qué BETTY MAYFIELD huye, a la cual chantajea un embustero gigoló de pega.

Si este "todo Marlowe" sigue la
pauta de este PLAYBACK, es un
potente somnífero en papel

Más: cuando al fin descubrimos del motivo del acoso que sufre la fugitiva, adviertes que la escena está montada de tal forma que sugiere que Chandler, mientras tomaba café, se percatara de golpe que debía justificar como fuera la novela. Improvisó una coherente razón para que Marlowe se trasladara a Esmeralda y ganara los cuartos que le abonaba el altanero abogado que le contratara. ¡Sapristi! ¡Es verdad! Marlowe debe tener una criminal razón razonable/razonada, ¡o estaré vendiendo un manuscrito donde cuanto anoto es el cínico hastío de Marlowe con un puñado de cosas, reflexiones de un tío amargado, sin más condimento! Y ¿he tardado un lustro en escribir esto? Me comen vivo.

El resto es una conclusión crepuscular que desalienta leer el libro otra futura vez. Lo adquirí debido a la legendaria fama que tienen tanto autor como personaje. Y descubro que hasta un más añejo EL HALCÓN MALTÉS tiene más pegada que todo este Playback entero. Prevengo que leerlo es una pérdida de tiempo, aunque seguro daría motivo de postureo a cabezas huecas que van de culturetas sibaritas para atreverse a ¡encomiarlo! sin aportar argumento válido ninguno. Sólo… dar la pose de intelectual del género.

martes, 1 de abril de 2025

RUNNERS — CROMÁTICA PROPUESTA DE POSTER (A)

 

Símbolos esotéricos en la imagen.
Donde el Héroe pisa, la hierba
germina; en torno al domo, páramo.
Hay más cavilaciones asociadas a
esta propuesta, empero quedémonos
con estas dos de momento

Con mi particular arte artesanal, lanzo esta propuesta de poster para apoyar la venta de la novela. Una que no dejará indiferente, como hicieron las anteriores; de un modo u otro, provocará reacción. Como siempre, el elenco lo pueblan personalidades fuertes, casi todos viejos conocidos de los lectores (es una suerte de reencuentro, por tanto; provocará en el lector una sensación de tranquilidad —o exasperación: ¡oh, este tío otra vez! ¿Por qué no lo mata de una vez?— y expectación por ver cómo sale del embrollo en esta ocasión) aunque con leves matizaciones. Y, ah, los nuevos. Apuntáoslos. Darán guerra.

Las variaciones permiten descubra cosas nuevas sobre el carácter de los personajes. Sin embargo, no quiero correr con este proceso, no vaya a resbalar donde sea más peligroso y termine por desvirtuarlo. Piano piano.

Runners es también metáfora de nuestros presentes tiempos. No planifiqué escribirla así, empero conforme avanzaba, advertí que el subconsciente estaba cosechando (malas) noticias de la actualidad y las incorporaba, deformándolas un poco en algunos casos para que encajasen con la idea general, ampliándolas en otras con igual fin. Añado cierta carga de maliciosa ironía, que el avezado lector sabrá detectar sin duda.

Tiene nítido mensaje político: antiantisistemas/contrapopulismos. El más populista GABRIEL T (oh, sí, una faceta suya inesperada; anótatelo: ¡cocreador del PragmaSoc, el que combate con saña en sus otras vidas!) aprende por las peores cuán nocivo es el populismo (el que abarrota los telediarios de malas noticias y corruptos los ministerios) y vengativo decide destruirlo (vuelve a su ser prístino, vaya). Matará lo que concibió con un fin noble, prostituido por otros para su provecho personal y ansia de poder.

Aunque atacar desde remotas plazas desérticas y carencias de medios lo complica mucho.

El crepuscular final describe el desconcertado desconsuelo de los restantes personajes; descubren tenían sacralizada cierta idea y ésta pudiera ser obscena por su mundana capacidad para envilecerse.

viernes, 28 de marzo de 2025

THE PUNISHER – 1ª TEMPORADA — EPISODIOS I a III

 

Promocional. Hay nombres de las
viñetas que se han vinculado al
parásito real, el cine, y sin duda
les produce pingües beneficios.
Vista o instinto

Estimo honesto prevenir al caveat lector que hago esta reseña tras ver su contenido de manera parcial, pudiendo suceder que, a partir del episodio IV, la cosa cogiera el ritmo que esperaba tuviese desde el I. Recomiendan empezar las historias con un ¡BANG! para crear “la adicción” y no despegarte de la pantalla hasta que, o acabas la saga, o abandonas por completo hastío, de lo miserable, infame, aburrido o WOKE que es el espectáculo.

Aunque empezando prometedora (primeros diez minutos, ¿vale?), pronto la serie exhibe incongruencias que ofuscan un poco la propuesta… o demasiado, según sea su decurso. Luego, la protagoniza un boxeador, tal como digo; lo pregona cada achatado rasgo la cara del actor que encarna a FRANK CASTLE (en nueva recreación de su pasado. Siguiendo así, parecerá EL JOKER de LA BROMA ASESINA: Unas veces recuerdo mi pasado de una manera, otras de otro… Lo justifica contextualizar con la actualidad), distinto del “estilizado” de las viñetas, o el lacónico RAY STEVENSON.

No entendía por qué deja de castigar Castle, que vistió al comienzo su característico peto antibalas con cráneo estarcido en bianco; empero luego lo quema para ponerse a derribar a lo bruto muros en una obra en la que trabaja. De inmediato conocemos a la agente DINAH-algo-más (de “rasgos semíticos”, o sea, moraca) y su despacho en una de esas siniestras agencias parafascistas de seguridad nacional de los Estados Unidos de las Américas, cargando un legajo lleno de comprometedoras sospechas de actividad chungo-narcotraficante de Marines, investigadas durante sus tiempos de policía en Afganistán, y cómo un comando de enmascarados deja listo de papeles a su compañero arguyendo era traficante dispuesto a financiar otro 11-S 2001, o parecido. (Cuántos inocentes habrán asesinado esas agencias escudándose en que era actividad antiterrorista.)

La Santísima Trinidad que lleva sobre sus hombros
la carga de vengar el crimen allá donde se produzca,
o al menos eso pasa en las viñetas

Dinah huele la mierda burocrática en todo el papeleo y promociones que recibe. Traérsela a Manhattan semeja soborno para que olvide el asunto. Intuye tal distractiva promoción busca esconder algo mucho más pernicioso de lo imaginado, un chanchullo colosal interno más relacionado con el lucro personal de los mandos que con proteger al ignorante redneck de la América Profunda Protestante Pro-TRUMP.

Entre los sospechosos de su lista: Castle. Y no desbarra demasiado. Castle estaba en la pomada, aunque a otro grado. Por otra causa. Aunque ahora está muerto para el Sistema.

Un giro "interesante": viejos camaradas de armas
se volverán enemigos irreconciliables. O sea:
síndrome de BATMAN y DOS CARAS

Me desconcertaba de la serie (que intenta humanizar a EL CASTIGADOR, constante alma en pena por el —vengado— asesinato de su familia, haciendo que acuda a reuniones de vets a los que el país está tratando como a mierda, con o sin estrés postcombate o mutilaciones) que Castle fuese un antisocial marginado currante del palaustre, para así provocar de algún modo que Dinah y él chocasen, se aliasen, luchasen contra el crimen.

Castle podía seguir siendo Punisher; asumir que los asesinos de su familia eran ramas de un árbol, o árboles, y que convenía talarlo para exterminar el Mal, como en las viñetas. Podía entroncar su relación a posteriori con Dinah, la cual considerara a Castle ora una fantasía punitiva policial/seria amenaza para la Sociedad, desperado que aplicaba su ley justiciera atendiendo sólo a la recta línea de su criterio, y ambos colaborar para eliminar las inquietudes de la agente, por ser concordantes con los objetivos de Castle. Desplegar toda esa tramoya harto vista pero imprescindible. No; lo complican sin necesidad.

De terapia... o su esbozo. Un país ingrato con sus
soldados traumatizados les reduce a este sitio de
aspecto marginal, cutre

Otra peculiaridad es que esos personajes marginados van con gorra de béisbol y capucha, como procurando evadirse de algo, o ser esa vestimenta distintivo de superhéroe de algún tipo que permita reconocerse entre sí. Teatral truco de viñetas, vaya. Lo cierto es que, con su indeciso aire a la más expeditiva THE SHIELD, a TV “de adultos” de comienzos del milenio, este Punisher castiga a pocos criminales, sustituyéndolo por una atmósfera de indefinible suspense manido que hubiera podido dar al traste con la saga, al desencantar al espectador. Veremos los restantes (cuando podamos). Parece va a más/mejor.

lunes, 24 de marzo de 2025

RUNNERS — PRIMEROS PUNTOS DE VENTA

 

No desdeñaría la oportunidad de tener un libro
muy interesante, firmado y con boceto del autor

Aparte de que pueden dirigirse al autor del libro para solicitar su vibrante ejemplar (por sufragar los costes de envío, incluiré un boceto original) de esta vertiginosa deconstrucción de la distopía más clásica, y al mismo tiempo, más innovadora que pueda el lector encontrar, la novela puede adquirirse en estos puntos de venta, que espero en días próximos se amplíen.

Hasta confío en que el boca-a-boca sea tan beneficioso que debamos ir pensando en ampliar la oferta por la fuerte demanda sobrevenida, y consiga más puntos de venta.

La relación actual es:

Librería La Mistral (en pleno centro de Madrid; o sea, entiendo el centro: estará concurrido y al alcance de muchos)

Elige tu rincón favorito, de tu próximo libro nos encargamos nosotros. (Muy cómodo, oiga.)

Libro Ideas - Clásicos de siempre · Éxitos de hoy (léase: RUNNERS)

https://www.lalibreriadedonaleo.com/es/

Librería Bibabuk (con interesante abundancia de B)

Reitero mi esperanza de ampliar en breve los puntos de venta. Tengo in mente un par de librerías locales que seguro no sólo se muestran receptivas, sino a organizar algo, como una firma de ejemplares, como algún encuentro entre autores donde debatamos distintos puntos de vista sobre éste o cualquier otro interesante argumento.

viernes, 21 de marzo de 2025

PUNISHER: MADRE RUSIA — METÁFORA DEL MOMENTO PRESENTE

Portada. ENNIS (como FURY)
debió recordar ese poema de
KIPLING sobre la tregua del
oso... ruso. El oso ruso ha
aparentado adormecerse, y 
ha pegado un zarpazo tremendo
a una Europa decadente y
acomodada que ahora no sabe
responder como debe. Esta
miniserie es metáfora de este
momento actual

Confiando poder oxigenar la actividad del tenebroso vigilante EL CASTIGADOR, alias FRANK CASTLE (nada nuevo os cuento), GARTH ENNIS cruza su destino con el de otro psicópata, aunque éste a sueldo del Estado: NICK FURY (el clásico aún caucásico), con lo que se barrunta una burlona forma brutal de emular a BOND, JAMES BOND, empero a lo Made in USA, tan criticado en la novela EL AMERICANO IMPASIBLE.

Aprovechando la coyuntura, Ennis, mediante un mosqueado Fury, sumerge a Castle en el mundo opaco/traicionero del espionaje, el Gran Juego que juegan las superpotencias con absoluta falta de decoro o escrúpulos, ocultos en búnkeres surtidos de pantallas de plasma que reciben imagen desde remotos satélites. Eso les ahorran el estrago del campo abierto. El escritor irlandés, satirizando sospecho a JACK RYAN, muestra estas sinuosas/inmorales conductas y vías de acción en las que suelen caer esos a quienes votamos so pretexto de la seguridad, el orden, la estabilidad, y ahora, en la cima del deliro, el ecologretismo y la progresía. Estas conductas reprobables asimismo se enredan con las componendas económicas de las principales empresas tecnológicas o militares de esas superpotencias, aun de países “emergentes” que se

(prostituyen)

subordinan a los trapicheos del bando ‘afín’ esperando conseguir su rácana munificencia.

Implacable como siempre, EL
CASTIGADOR no duda en esta
alianza con vistas a un futuro
más cierto (y sanguinario)

Castle (o “castillo”, ese refugio que, además, es el compartimento estanco que puede impedir tu crecimiento —según mis contactos esotéricos—), seducido por la oferta de Fury (proporcionarle diversos códigos de acceso útiles a Punisher), recorre Brighton Beach (núcleo neoyorkino de la emigración ruski) siguiendo el olor de la vodka delincuente y deja su particular tarjeta de visita, que revalida su top ten en las pesadillas del hampa. Siendo historia made in Ennis, sus criminales tienen el sesgo popularizado por GUY RITCHIE en sus primeros filmes: el matón torpe, payasesco, el implacable, el que es menos malo de lo esperado, hasta algún nostálgico del Imperio Soviético (en alza).

Está Ennis atrapado en la impronta de Punisher, donde parece bastante cómodo (¿por un íntimo sentimiento de catarsis?) desarrollando historietas del expeditivo vigilante. Ocurre que, en algún momento, su sentido de la madurez creativa querrá abandonar la zona de confort, aunque sea un poco; explorar senderos velados por la floresta, ver si llevan a fuentes de la juventud o fétidos vertederos, o al abismo. Sometido a ese yugo, se arriesga a que rechacen su guión “alienígena” o el lector repudie la alternativa, mostrando desconfiada desafección con su futuro trabajo.

Sin embargo, un autor puede sentir hastío circunstancial por su obra o personajes. Por eso el escritor, como el actor, salta de uno a otro personaje en sus distintas concepciones. Procura refrescarse de un concepto trillado, o que muestre limitaciones. Salir del surco tiene otra notable ventaja: proporciona perspectiva, distintos puntos de vista, madurez, que beneficia al personaje esencial cuando se regresa “con él”.

Siendo Ennis el que guioniza, ña
sangre, la ironía, el sadismo y la
oscura reflexión están seguras

El vigilante, activo externo, emprende la sórdida tarea actuando/equiparándose con los agentes externos a los que han movilizado esos nuevos mandos del Pentágono (cobardes, retorcidos, militares de salón, no de la vieja escuela de la que procede Fury, estilo MALDITOS BASTARDOS, donde importaba mirar a los ojos del rival para ver qué ocultan; saber si es un psicópata sádico o hay honor en su interior) para desplegar una nueva guerra, eternizar una contienda (ese Afganistán indomable desde hace más de mil años), y conseguir los fondos gubernamentales que permitan crear chanchullos que les beneficien gracias a sus contactos con los lobbys armamentísticos que les escogieron.

Castle cumple su misión a su singular manera (la paliza al enano escuálido delata al momento al autor del escrito), como peculiar es su escapada del atolladero: de la más espectacular/bondiana forma. En el fondo, es relato de hombres de honor, como demuestra la contrapartida rusa, no menos implacable o cruel, pero que sabe descubrirse ante un enemigo al que reconoce valores que estamos perdiendo apresuradamente.

lunes, 17 de marzo de 2025

RUNNERS EXISTE PORQUE… — CONFESIÓN

 

La importancia de la imagen para concretar ciertos
episodios o momentos de la trama

Siempre he querido hacer cine. Empero entre que los medios estaban fuera de mi alcance (la voluntad a veces es insuficiente), y tropecé con la gente equivocada (flojos, vanidosos, arrogantes, niñatos), la cosa sigue en stand by.

No pierdo la esperanza, sin embargo. De hecho, Runners está escrita en un esquemático formato que defino “de guión cinematográfico”: a directos puñetazos, vaya. Su traslación a guión de cine es por tanto labor mínima-nimia. Espero este incentivo atrape la atención de algún audaz regidor.

Hasta para novela gráfica plantearía pocos problemas de adaptación.

Encontré una suplencia para colmar ese deseo de hacer cine: el dibujo de historietas. Historietas: arte secuencial=fotogramas.

Mis novelas son los guiones que de lo que quisiera filmar, por tanto.

viernes, 14 de marzo de 2025

THE PUNISHER (2004) — TRASH! PARA LUCIMIENTO DE JOHN TRAVOLTA

 

Afiche. Lo que buscaban no era
hacer una peli de un vigilante
mas/menos psicópata, sino una
suerte de culebrón Made In USA
con cierta carga de "violencia"

Uno de los grandes tumores del parásito real, el cine, dictadura WOKE aparte, es cuando una estrella decide meter mano en el proyecto hasta puntos obscenos. Suelen imputar esa tara a los productores, que sin empacho arrancan páginas al guión, o modifican la trama para que encaje en según qué estándares comerciales que piensan garantizarán los ingresos. Achantan al director o corrompen el montaje para hacer esto o aquello, siempre pensando en los ingre$o$… o satisfacer su hedonista noción de lo que es una gran cinta.

[Por otra parte, la dictadura WOKE ha demostrado hasta límites transobsceno cuan cancerígena es su política. Arruinó sagas como STAR WARS y los superhéroes Marvel, obligando a cambiar la orientación sexual de un personaje, mostrando a los HeteroX perversos tontos machistas. Procediendo así, pensó pondría a los de la banderita de colorines a brincar entusiasmados, aplaudiendo delirantes. Mas, en ese colectivo, habrá un porcentaje reducido que adooore el nefasto cambio (o sea, los freakies), mientras el resto va a sus asuntos. Pasando por completo del invento por verlo pueril.]

[Así, la dictadura WOKE busca complacer a cuatrocientos sujetos mientras cabreaba a cuatro millones. Empero están de cruzada, iluminados por Su Verdad y Razón Justiciera; desdeñan el estrepitoso desgarro que producen a dichas sagas o los ingresos, que sustentan sus mierdas transinclusivas o que vivan regios en sus mansiones de Beverly Hills, adquieran sus rutilantes Porsche o yates. Se consideran neomártires. Su Cruz saldrá de sus catacumbas, haciéndoles futuros santos.]

THOMAS JANE dándoselas de bravelón; Lo que
es castigar... castiga muy poco. O no entendió al
personaje, o le pasaron una mierda de guión, o
TRAVOLTA lo eclipsó por completo. Pudo pasar

Notas la larga mano de Travolta en esta adaptación del personaje basado en el MAC BOLAN de DON PENDLETON. Corrompe una historia inspirada en guiones de GARTH ENNIS (y cuando aportara STEVE DILLON) y le rompen los huesos con unas inefables interpretaciones, amenazando hundir la carrera del protagonista, THOMAS JANE.

Como si lo viera: largan el guión a Travolta (si no lo solicitó, pues este Papa de la Cienciología —el otro es TOM CRUISE— comprende que lo de los tebeos tiene tirón entre abultadas mantas de freakies, le permitirá renovar su fama y seguir mercando proyectos) y descubre hay un papel que su ego piensa puede bordar (más que sus tablas, que, cuando quiere, es competente actor) y presiona para que filmen esto. Buscan un director fácil de mangonear, actor dúctil a las demandas de protagonismo de la megaestrella, y he voilá! Un desastre colosal.

EL RUSO, una aportación de la miniserie de
GARTH ENNIS, rumbosa por entonces. Tampoco
supieron aprovechar todo ese sarcástico material
cargado de refinado sadismo. Qué desperdicio

La película está por completo descoyuntada. El peso del tonelaje de sus incoherencias podría romper la espalda a LA MASA. Sus infantiles incoherencias enervan. Eso sí: dominante, Travolta se mueve por escena cuan hierática diva. Despliega una fría interpretación, indicio de que está más tras las cámaras, diciendo qué hacer/encuadrar, que el regidor. Incluso sospecho entró en componenda con los productores en la sala de montaje para hacer trapacerías que aumentasen el descalabro. Soy Travolta, sigo contagiado por la fiebre del sábado noche. ¡Estoy eléctrico!

Así, este FRANK CASTLE, agente del FBI (nada de vet de una guerra ricana), es víctima del vengativo HOWARD SAINT que encarna Travolta. Mata a su familia, donde realizan un fatuo cameo de MAD MAX (cuando Castle corre hacia los cadáveres atropellados de su esposa e hijo. —Faltaban los moteros salvajes huyendo en lontananza—.) Hacen varios cameos de famosos filmes. A Castle lo halla todo Dios en su cochambrosa guarida de alcohólico. Menos una expeditiva cuadrilla de pistoleros de Saint, lo lógico en estos casos. ¡Encargan incluso a EL MARIACHI matarle! Castle aparece ante sus camaradas del FBI, y no salen más. Incoherencia. El Castle de las viñetas es una máquina de procesar/actuar que sólo tocaría el alcohol para curar sus heridas. Este se pasa las tardes borracho.

Más material Ennis. La tímida vecina que se
encapricha de CASTLE el borracho. Detalle es el
cochazo; se harta de hacer ruido con él, pensando
lo empleará en una acción punitiva... y ¡catapum!
Lo hacen chatarra enseguida

No hace seguimientos. Masacra matones. Perjudicaría a Saint, como haría el verdadero Castigador. Prefiere vengarse a lo OTELO. Remata la faena copiando a EL CUERVO, al prender mogollón de coches en el aparcamiento para dibujar su cadavérico sigul.

Esta penosísima adaptación consigue que LOS ELEGIDOS, notable per se, sea obra maestra, y vuelve PUNISHER: WAR ZONE remarcable excelencia. ¡Hasta mejora la versión de DOLPH LUNDGREN de Década 80!

miércoles, 12 de marzo de 2025

RUNNERS Y UNO DE SUS MENSAJES — ANTISISTEMA

 

Si en sus páginas hay un compromiso, éste es
denunciar la oportunista hipocresía postureta que
muchos/as abrazan pretendiendo conseguir unos
elusivos beneficios espirios

Al menos, todas las grandes historias contienen un mensaje, procurando transmitirlo para inducir reflexión al lector; emplea sus páginas como vehículo. Es como la parábola de la semilla: entre la frazada de palabras que se arrojan al subconsciente, alguna puede arraigar. Es la que obliga a pensar, hasta releer la historia.

Con modestia, admito confío cumplir esta meta con Runners, la cual, si debiera resumir su contenido, elegiría ésta entre tantas frases publicitarias posibles:

"ÉRAMOS ANTISISTEMA... ¡PERO CREAMOS UN SISTEMA!"

Y peor que el destruido, como la Historia suele registrar en estos casos.

Junto al absurdo manoseo de la palabra “fascista” (hoy todo lo es; hasta el panadero que vendió el pan que querías comprar —por llegar tarde quizás—), y el ensalzamiento de un fascista feminismo autoritario, ciego empero a problemáticas que le competen, el “gloriado” concepto del "antisistema" es peligrosamente ambiguo. Afirma combate un sistema, aunque pretendiendo constituir SU sistema, donde goce de todos los privilegios y prebendas que disfrutan los que quiere derribar. O inventa algunos nuevos.

Y más: para subsistir, crea implacables leyes o movimientos subordinados, o mercenarios, que impiden a futuros antisistemas romper su sistema.

Si eres antisistema... ¡estás incluso contra tu sistema!, pienso.

De ahí la peligrosa ambigüedad hipócrita. No buscan nuestra salvación: ¡sino la de su bolsillo y estatus social!

viernes, 7 de marzo de 2025

¡RUNNERS A LA VENTA! — ¡NOTIFLASH! — LA FRONTERA ¡AVANZA!

 

¡Por fin! Una gozada tenerlo en las
manos. Me gusta mucho su formato.
Encaja con el contexto setentero de
la novela

Tras inesperada demora, Runners llega al fin a las tiendas, al PVP de 14 euros. La magnífica edición de GRUPO EDITORIAL AZUR es competente por su atractiva (y sólida) sencillez, que, para los nostálgicos románticos, rememora cuando Martínez Roca nos subyugaba con aquellos enigmáticos libros de tapa negra y un perturbador dibujo singular que casi parecía aterrador, en algún caso.

Sus biancas páginas resaltan el noir de una dinámica historia feroz, escrita con tajante estilo, vertiginoso escenario de un formidable elenco de aviesos personajes crueles, vengativos, desesperados, desencantados, ambiciosos endiosados ególatras. Como toda buena obra, contiene mensaje; en este caso: la figura del DomoPlejo. El DomoPlejo es mi analogía o metáfora de nuestra actual Sociedad, encriptada y crispada en extremos cada vez más centrífugos de eso idealizado del “centro”, tan añorado por los que opinan en medios de difusión.

Nuestros exaltados ideales actuales (erizados así por interés de un sujeto) son nuestro DomoPlejo. Nos aíslan y encierran cada vez más en arbitrarias actitudes polarizadas, negándonos ver que quizás nuestro opuesto acierta en concretos asuntos. Empero nuestro DomoPlejo personal debe seguir invariable. Afianzar sus murallas. Imposible Desertar de nuestras creencias. Y esa rigidez está convirtiendo el mundo en un vertedero.

Hay abundante material gráfico respaldando la
historia; sus distintos aspectos acabaron dando
más relieve/profundidad a la historia

El DomoPlejo (abundan, ubicados por el atormentado páramo del ancho mundo) es un incomunicado hábitat cerrado. Engañan a sus habitantes afirmándoles ser los últimos del planeta. Una especie de valioso recurso por no haber más. Continuamente reciben un propagandístico bombardeo pedagógico-mediático sobre cómo debe ser el Ciudadano Ideal, creándoles cantidad de complejos y traumas al advertir que algunos de esos preceptos desafían un instintivo sentido de lo justo, lo natural, lo correcto.

El Gobierno de los DomoPlejos, el PragmaSoc tan “erosionador” descrito en SOGUETTO y RECALIBRADOS (de las cuales Runners es hermano), asesorado por la poderosa IA FUERZA (como siempre), ensaya imponiendo a cada DomoPlejo un sistema sociopolítico-cultural so pretexto de la quimera de “la Ciudadanía Perfecta”; emplea una pedagogía envuelta en viciados conceptos “progresistas” que retuerce a capricho, aprovechando que su poder jamás será contestado.

Consigue, en 2138DC, ser pura orwelliana lobotomía veleidosa de la Historia, la realidad y la mente. La perversa diversión de un elegido grupo de “regidores”.

Lo admito: me apasionó el concepto
de
LA FUGA DE LOGAN y, durante
años, busqué cómo contar una 
historia con esos preceptos. Hela aquí

El compromiso ineludible del inquilino del DomoPlejo es el Deber para la Ciudadanía (aunque eso abarca muchas cosas): morir con veinticinco años. Los recursos escasean en un mundo enfermo por las radiaciones o las contaminaciones víricas y químicas que han dejado extensos parches continentales yermos. La mejor manera de asegurar la pervivencia de la Humanidad es, pues, acotar su estancia en el DomoPlejo.

Sin embargo, algunos quieren vivir más y ¡Huyen! Se convierten en Runners, los más sórdidos Traidores a la Humanidad (embotellada) en los DomoPlejos (les describen).

Esta historia con elementos tan setenteros relata no sólo la fuga de dos de esos rebeldes; también la de los que Huyeron antes y su decepción con un ideal tan costoso, su lucha en un mundo tan visceral. Y, por supuesto, la Amenaza que merodea en torno a los densos muros del DomoPlejo, a la caza de Runners: los HERMANOS FORSON.

Por la módica cantidad de 14 euros podréis encontrar eso y mucho más: ¡cruda acción a raudales!, junto a elaborados personajes cuyo perfil atrapa, magnetiza, no olvidas.

Feliz lectura.

viernes, 28 de febrero de 2025

EL CASTIGADOR (THE PUNISHER) — GUIÓN: MIKE BARON

 

Portada del número 2. Llegas a
extrañar el tosco arte de JANSON
porque combinaba bien con los
"salvajes" guiones. La imitación de
RAMBO parece simpática... empero
poco original

Queriendo sacarle unas perras, a mediados de Década 80 Marvel repesca a FRANK CASTLE, El Castigador, el personaje basado en el MAC BOLAN de DON PENDLELTON. Marvel no es una ONG, sino una empresa que vive de dividendos… o lo hacía, antes de volverse otra sucursal del fascismo WOKE. Ahora puede dilapidar recursos en historias chorras y personajes cuya sexualidad sin necesidad han cambiado. STAN LEE podría ser lo sinvergoña que quisieran imputarle, empero tenía un nato/neto instinto comercial/publicitario y raro era el negocio que le marrara. Y prometía esto de Punisher.

Así que encargan la miniserie CÍRCULO DE SANGRE que dibuja MIKE ZECK. Se convierte en inesperado hit. Una prudente tentativa cuajaba; abría horizonte$ que fueron meras especulaciones hasta entonces. Con ese aval, conceden a Castle serie mensual propia. Para asegurar éxitos, escogen al reconocido Mike Baron (ver NEXUS) para guionizar las andanzas del expeditivo justiciero, que ha tenido roces con figuras más reputadas como SPIDER-MAN o DAREDEVIL. Si perteneces a la tribu Marvel, acabarás topándote con algún supergrupo o superenmascarado. Es inevitable.

Baron empieza bien. Con un circunspecto nervio e incisiva prosa, a lo FRANK MILLER en BATMAN - DARK KNIGHT, bastante reciente entonces. (Anota este detalle, lector.) Conviene a Baron para concebir sus inicios que El Castigador se mueva por turbios ambientes criminales, de la novela negra que puede ser así de tajante. Hasta de ahí saca tramas que ilustra el inefable KLAUS JANSON.

PUNISHER se mezcla en una
trama de espionaje internacional
que recuerda algo las movidas de
BOND, JAMES BOND. Para
esta altura, MIKE BARON ya no
tiene la fuerza del comienzo. La
serie empieza a decaer hacia la
forzada incongruencia, incluso.

Siendo asimismo la época de MIAMI VICE, Baron aprovecha y ataca las drogas que convierten las tranquilas calles neoyorkinas (bueno, es una metáfora) en pesadillas. El Castigador obtiene resultados bazooka en ristre. Encajado en Bolivia, donde imita a RAMBO, impone su inexorable justicia a las junglas.

La originalidad de Baron es cuestionable. Transforma a Castle en cameos de personajes. Si bien Rambo III fue un fiasco, la imagen que al público queda del Boina Verde vet de Vietnam es la de las selvas asiáticas, incluso más que los bosques canadienses de FIRST BLOOD. El ajetreo con las potentes ametralladoras y lanzacohetes. Eso imita Baron en estos episodios.

Te introduce con agrado en el delirante mundo del vigilante de la calavera en el pecho, advirtiendo cómo la inicial energía renovadora de Baron va apagándose. Para cuando El Castigador decide descabezar a un mesiánico telepredicador (copia el contemporáneo suceso real de los Davidianos, acribillados por el FBI), queda clara la sospecha de que Baron no idea argumentos propios: saquea otros, reales o de historieta. Esa vez “parafrasea” la exitosa Batman, EL CULTO, donde el centinela de Gotham City sucumbe a los drogadictos tejemanejes de un falso mesías del arrabal.

Baron pierde la garra tras este episodio, salvando alguna crítica a la Nación Aria. Su prosa deriva a la parrafada banal propia de las colecciones más longevas de Marvel. Elude la mediocridad, pero intuyes que Baron ya no estaba tan contento con la serie y el personaje, volviéndolo relativo, incidiendo fatigoso en lo de la masacre de su familia en Central Park. La debacle llega con el crossover del ALTO EVOLUCIONADOR, donde El Castigador nada pinta. Es totalmente alienígena al asunto. Aunque lo empotran a la fuerza en el disparate; ¡nefasta idea! Luego, Baron quiere “saldar deudas” con CHARLES MANSON. Evitando la apatía, se recrudece la impresión de que domina sus historias una inercia en receso. Aún arroja un chispazo, mas…

Algo más pictórico y actual. Algo
a destacar de este personaje es
que lo suyo es la miniserie; en el
momento en que se le extiende, se
vulgariza. Pierde su fuerza catártica.
A diferencia de
NEXUS, Baron no hace
"exámenes sociopolíticos". Tampoco
explora la importancia del vigilante
en la sociedad: su descarga... catártica

He reparado en que, desde que el fascismo WOKE todo lo embarra, la figura del vigilante casi ha desaparecido. No del todo/completamente, pero desde luego dista mucho de su apogeo de Década 80. Se debe, seguro, a que el vigilante, por averiado que tenga o no el coco, cuestionables sus motivos, es un individualista solitario con firmes creencias que repudia las hipócritas componendas sociales en que el fascismo WOKE pretende envolvernos, eliminando al individuo, constituyendo una anodina sociedad de dóciles borregos. Por eso repudia al justiciero con toda su energía, movilizando sus grandes recursos para anularlo.

El vigilante sin embargo sobrevivirá, porque nunca ha dependido de la aprobación del público. Lo nutre su propia autoestima y fe en sus posibilidades y creencias. El fascismo WOKE es un parásito que exige ¡aclamación! constante para sobrevivir, y por eso desaparecerá cuando rechacemos sus rigores dictatoriales falsamente moralistas.

viernes, 21 de febrero de 2025

SNATCH! — CERDOS Y DIAMANTES

 

Afiche. El florido y diverso elenco
con el perro tocacojones delante.
Maleantes peculiares en situaciones
que rozan lo inverosímil

La segunda cinta de GUY RITCHIE amplió su reputación de regidor rompedor con ‘algo’ harto interesante que contar… aunque se apoyase puntualmente en QUENTIN TARANTINO; el estadounidense había abierto notable brecha en el concepto del noir con RESERVOIR DOGS y PULP FICTION, rompiendo con varios estándares aceptados por todos, aunque a veces algunos directores los vulneraran un poco; sugiero SAM PECKHINPAH con QUIERO LA CABEZA DE ALFREDO GARCÍA, o JOHN BOORMAN con A QUEMARROPA. Filmes que se apartaban del concepto “familiar” del cínico detective con gabardina y secretaria mordaz en cochambrosa oficina a lo SAM SPADE.

Ritchie quiso emular a Tarantino, talento personal/creativo aparte. ¿Por qué no hacerlo? Superarle incluso, de presentarse la oportunidad. Lo emula en lo de presentar pintorescos marginados/terminales del submundo del hampa; peculiares personajes que anadean por las calles más/menos siniestras de Londres. Fecundo feudo abonado de sugestiva diversidad para lo que pretende contar, haciéndolo con notable acierto.

Los atribulados protagonistas de estos bajos 
fondos de historieta donde despuntamos a
BORIS EL NAVAJA también

Ritchie siempre despierta esa sospecha de viñetas en sus fotogramas. No sé cómo de apuntado a 2000AD estará, siquiera si lee TBOs. Empero la influencia que las historietas han estampado a su obra nos es manifiesta para quienes gozamos de ese esparcimiento. Sus personajes tienen rasgos de cómic. Usan alias que suenan irreales en la vida real. Consecuentes sobre papel.

Nos presenta a TURCO, modesto delincuente que sobrevive sin estrecheces en ese hampa londinense que a modo domina EL LADRILLO, figura espeluznante con el cual ni conviene cruzarse ni menos aún cabrear. Escoltado de matones igual de implacables, gobierna los bajos fondos arrojando a sus piaras de cerdos a sus enemigos; no obstante, imagino procura no exceder sus límites/capacidades para que los “gobernadores”, los auténticos pesos pesados del crimen de la capital inglesa, no lo aplasten como un insecto.

PELIGRO-PELIGRO; EL LADRILLO y sus
sicarios, igual de malos; tienen de quién aprender

Turco procura profundizar poco en el delito. Hace trapicheos insignificantes que pueden reportarle pequeñas condenas en caso de pillarle. Sin embargo, adversos avatares y la ineptitud de su compadre al comprar una caravana (porque la que usa Turco como sede es auténtica ruina), le comprometen de tal modo que se ve obligado a hacer lo que más teme: solicitar favores a El Ladrillo, usurero que los cobra al más alto interés posible.

Sorprendidos por LOCK AND STOCK, su soberbia labia, combinación de submundo con personajes inefables en entornos casi indescriptible, Snatch! (decían que, en argot, significaba ¡coño!, en plan interjección) debía por supuesto generar grandes expectativas que Ritchie no defrauda. Hasta puede contratar a un BRAD PITT en pleno auge, que interpreta a un boxeador gitano “tirado” con puños de dinamita y garla incomprensible, un toque de retorcido humor que Ritchie elimina de golpe cuando El Ladrillo manda matar de cruel manera a la madre del gitano (presentados como lacra social inglesa).

Maleantes y mantas; el toque étnico en una cinta
donde el personal femenino es fantasmal, por no
decir efímero. Consecuente, teniendo en cuenta
la trama; no dejaba espacio a romances bobos

En la línea humor, Ritchie presenta a un trío de espabilados negros que adquieren un formidable diamante codiciado por los principales secundarios de la historia. En perspectiva, la tramoya de esa gema es una subtrama, aunque parezca que Snatch! va de eso: de recuperar el diamante ofrecido a codiciosos traficantes de alhajas judíos. Otra vez pienso que el auténtico argumento de la película es ejecutar un majestuoso ejercicio de caracterización de sujetos cuya estructura psicológica se ha esmerado Ritchie en crear para construir un fantástico episodio digno del cine criminal, marcando al espectador.

Apunto que el romance con MADONNA (ésa que exagerados dicen arruinó su carrera — aunque algo parece afectó—) se esboza en algunos compases en la cinta, como demuestra la obsesión por un tema de la rubia el espectacular TONY DIENTE DE BALA. En resumen: Snatch! es espectáculo “anti” ARMA LETAL (como elemento innovador del género en su momento) que empujaría al ávido público a ver ROCK`N`ROLLA.

viernes, 14 de febrero de 2025

EMPIEZA EL CALOR — MINORÍAS DROGADICTAS

 

Esta misma portada valdrá.
Una idea subyacente de estas
novelas es que las minorías
también están llenas de malas
personas y que sólo los progres
de limusina se niegan a admitirlo.
Son sacras. Y así nos va

En su momento declaré que hallaba sumamente importante la aportación a la literatura noir de CHESTER HIMES, quizás al todo literario; aunque deberíamos excluir a la Alta Literatura por su claro discriminatorio carácter esnob.

Himes no rehúye el racismo en sus obras, en sus parlamentos. Describe el lado negro del noir, el submundo del lumpen nubio sin tapujos, personajes ásperos, codiciosos, crueles o estúpidos, tal como JAMES ELLROY (¡aclamad al escritor!) hace, protagonizado empero por caucásicos. ¿Qué les diferencia? Mientras Ellroy ha ido evolucionando su estilo (la frase corta-machetazo), Himes se mantuvo en uno académico (que también un poco subvirtió ROSS MCDONALD) que le resta algo de la fuerza como sus párrafos pudieran golpear al lector.

DONALD WESTLAKE lo consiguió también, dio con una tecla; McDonald y él están a la par en la búsqueda de una forma de narrativa que “intranquilizara” del lector. Himes se mantuvo fiel al clásico. Hombre con estudios, estimó que esa era la mejor forma de atraer público (no sé cuánto de raza negra; si se percató de la universalidad de sus textos; que en Estados Unidos podría tener detractores biancos, mas amplia aceptación en Europa —adonde vino a empadronarse—), ofreciéndole un amansado escrito sin sobresaltos que garantizase la continuidad de la compra de nuevos relatos.

Cuando digo “sobresaltos” señalo al estilo; mis lectores habituales conocen mi aprecio por los autores que arriesgan con ‘narrativas innovadoras’ (aunque comprensibles) por encima de los que perpetúan la anodina línea cultureta manida por habitual, una conservadora continuidad inofensiva que corre el riesgo de volverse insustancial, tediosa. Himes los “sobresaltos” los reserva para la acción que contienen sus historias.

CHESTER HIMES y su confidente felino. Hay
que estudiar esta relación entre los gatos y los
escritores; si hay algún misticismo extraño o qué

Submundo. Harlem. Queens. Manhattan desnuda en su concepción de pobreza, drogas y miseria. Crimen. Negros incultos apaleándose por los motivos más mínimos-nimios mientras rudos policías irlandeses racistas les zurran por no tener su color de piel, sean o no culpables. Cero conciencia de clase, excepto la que exhiben los detectives protagonistas, auténticos tíos destroyer (muy merecedores de filmes; esperemos esta mierda del WOKE pase de una puta vez y enquicien de nuevo los relatos, porque SEPULTURERO JONES y ATAÚD JOHNSON no encajan en esa adamada concepción de la “nueva masculinidad” WOKEDisney, y empotrarlos en ella es cargárselos), que empuñan enseguida el revólver, bien para dispararte, o partirte los piños a culatazos.

El Dr. MARTIN LUTHER KING pudo tener un sueño; sin embargo, Sepulturero y Ataúd se mueven por entornos donde ese “sueño” no cala; muy pronto se haría pesadilla. Las aspiraciones del pacifista eran nobles, mas la gente con la que tratan ambos agentes lo adulterarían y retorcerían para que potenciase sus delitos. No pueden dejarse embromar con buenos sentimientos rechazados por lo más ruin/bajo de la Humanidad.

FRANK MCCARTHY ilustra a los protagonistas
de esta saga de novelas. Me hace pensar en LUKE 
CAGE, POWERMAN, que dio la paradoja de que
mientras autores caucásicos lo trabajaban, tenía
más éxito que cuando lo hicieron autores negros,
que se suponían más pegados a esas realidades
étnicas sociales que podían denunciar

Investigan un curioso caso de drogas. Un enorme negro albino, PINKY, retrasado mental (de formidable fuerza; peligroso cabrearlo), urde un elaborado plan para impedir un asesinato, plan el cual nadie le imputa por su misma condición de minusválido mental. Himes aprovecha la estructura para, aparte de poner en danza a sus justicieros del NYPD, retratar de manera más/menos escueta el racismo del Cuerpo y explayarse con el infernal submundo del violento hampa toxicómano y los traficantes en que viven esos yonquis.

Podía haber sido un hipócrita y escribir como SPIKE LEE manifiestos contra el racismo que sufría “su gente”, suprimiendo en todo momento la propia culpabilidad. Hay sin duda poderosos elementos que empujan al individuo al delito; mas, no importa el color de su piel, hay tipos que nacen malos/torcidos, y sólo un balazo los endereza en el ataúd. Himes lo aceptó. Lo describió. Soy negro, pero hay negros malos. Míralos. Y los retrató con cuanta presteza supo y pudo. Y esa sinceridad hace aún más encomiable su prosa.