Afiche estilo TBO. Un Rock´n´rolla es un pasado totalmente de vueltas y a quien todo le importa un car-ajo porque siempre está flipao |
Estrenada esta película, la critica (en uno
de esos extraños momentos en que abandona sus elitistas escrúpulos propios de
FRASIER y atina) señaló que la cantante MADONNA había arruinado el talento de GUY RITCHIE, regidor de esta cinta noir. Como
arruinarle el talento, ¡excesivo! Empero la garra que nos atrapara en LOCK AND STOCK y SNATCH, casi había desaparecido.
Estaba visualmente suavizada.
Rock´N´Rolla semeja ser secuela de Snatch. Tiene
demasiados nervios comunicantes como para que esa impresión abone tu criterio. El
patrón narrativo habitual de estas cintas de Ritchie permanece; veamos: un más/menos
peligroso elemento del hampa
realiza un relato más/menos pormenorizado del vasto y complejo elenco (esta vez
cuesta algo situar al personal durante el metraje, quién es quién y por qué),
caracterizado por una mediocridad o notable maldad, llamativo mote, actitud que
repele o magnetiza.
Presentado el personal, éstos desarrollan
la historia que Ritchie salpica de exabruptos y soez lenguaje para dar relieve
a un abrupto submundo criminal donde tener escrúpulos mata tanto como las
balas. Los giros de guión no sorprenden tanto como los golpes de suerte que
Ritchie regala a sus personajes, que para eso es el titiritero y hace lo que desea.
MURMULLOS y UNO DOS; del grupo coral de protagonistas, sus líderes. Alusiones a la tolerancia homoX, por donde la cinta pretende escapar hacia el humor |
Llamará la atención del espectador avezado/más moderno la panoplia de actores que dan vida a los marginados-terminales que desfilan por la pantalla de plata (o tu TV): GERALD BUTLER, IDRIS ELBA, TOM HARDY… astros que ahora se cotizan con filmes más/menos triunfantes y tienen por misión suplir a los punteros GIBSON, STALLONE o SCHWARZENEGGER de Década 80. (Algunos siguen sin convencerme, la verdad.)
Ritchie copia golpes de efecto de PULP FICTION en su filme; me refiero al cuadro que
generará una catástrofe de la cual el GRUPO SALVAJE que capitaliza la acción se
libra por ese azar que el director ha decidido les beneficie en el libreto. El
cuadro, el cual nunca vemos “de frente”, pertenece a un mafioso ruso dispuesto
a devorar un buen pedazo del pastel inmobiliario de Londres sobornando a aquél
o a éste, relato que es el músculo que recubre el esqueleto de la historia. La
osamenta, la médula real, es mostrar ese tebeístico submundo criminal
londinense salpicado de groseros personajes inefables, violentos, sádicos y
drogadictos; a diferencia de sus previas películas, protagonizadas por tirados,
esta vez pica más alto. Sondea los pelotazos inmobiliarios, las corruptas
esferas municipales, los pervertidos VIPS que ocultan tras respetables fachadas
de barrios residenciales conservadores la bajeza de sus instintos o apetitos
carnales.
Las elites londinenses coqueteando con el hampa. Un dibujo bien esbozado de esas clases altas que ansían una pizca de peligro en sus encorsetadas vidas de couché |
El cuadro suple al misterioso maletín que
SAM JACKSON y JOHN TRAVOLTA recuperan. Advertido el detalle, quieres ver en él
un homenaje a esa cinta de QUENTIN TARANTINO, no una copia. Ritchie en cambio no
arriesga el orden narrativo, apenas da sobresaltos de montaje al espectador,
que en Pulp Fiction debe ensamblar la manera como los acontecimientos
sucedieron.
Ritchie sorprendió además por su imaginativo
montaje, que tenía trazas de viñeta, el dinámico encuadre de según qué
secuencias. En Rock´N´Rolla eso apenas sale. Algo parecido es la
persecución por las vías del matón ruso de ONE TWO (Butler), y desprende la
secuencia sensaciones contrapuestas: una es que, ¡al fin!, Ritchie se
desencadena; regresa a sus lares. Otro, que le falta la vitalidad de esos
montajes; semeja un simulacro.
Los peligros de liarse a hostias con peligrosos criminales de guerra rusos, Uno Dos |
Creo que es eso a lo que la crítica aducía con que Madonna anubló el talento de Ritchie. Cantante tan peculiar (tan amiga de innecesarias provocaciones y escándalos ajenos a su talento, pero a los que se entrega como una suerte de desesperada medida de permanecer en el “candelabro”), debe tener un espíritu dominante con el que pudo mangonear a Ritchie, quien por complacerla (o callarla) hizo una cinta parecida a las suyas, sin serlo del todo/completamente. Madonna pudo objetar, criticar, retar a Ritchie a hacerlo de otro modo. Mal del todo, no salió el intento. Mas está falto de su genuino savoir faire.